GALICIA

Todo apunta a un encargo a sicarios en el tiroteo en Vigo

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photo_camera Las furgonetas fueron interceptadas a tiros a la salida del túnel de Valadares.

El estudio de la munición usada en la emboscada a los ambulantes señala a "pistoleros" del país vecino 

El tiroteo a vendedores ambulantes ocurrido el martes en el segundo Cinturón de Vigo podría ser obra de sicarios contratados para matar. Esa es la principal hipótesis que sostiene la investigación policial tras las primeras pruebas recabadas en el lugar de los hechos.

A falta de confirmación del informe de balística, todo apunta a que los disparos se realizaron desde un fusil automático o una pistola o incluso ambas. En todo caso, de un calibre 9 milímetros Parabelum. Tanto la munición, como la forma de actuar de los “pistoleros” extiende las pesquisas hasta el país vecino, con el que la Policía Nacional mantiene un protocolo de colaboración a través de la Policía Judiciaria que se está aplicando.

A dicho análisis se suma el hecho de que ninguno de los autores haya sido identificado por las víctimas. Las únicas pistas ofrecidas se centran en los vehículos, en la marca modelo y color, un Golf gris y una Citroën Jumpy blanca, que fueron registradas por las cámaras de vigilancia de tráfico pero no grabadas y cuyas matrículas por el momento se desconocen.

La Comisaría de Policía se ha volcado en la investigación, en la que se han duplicado esfuerzos al considerarse un hecho de extrema gravedad que podría haber tenido consecuencias trágicas pero que por fortuna se saldó con un herido leve. La composición de los hechos de lo que sucedió al finalizar el mercadillo de Coia descarta el fuego cruzado y apunta a una emboscada, un acto premeditado que se habría estado preparando durante varios días, aunque no salió como esperaban. Para los investigadores, detrás de los autores materiales se encuentran los intelectuales quienes habrían pactado, bien mediante dinero o bien mediante favores, la actuación contra los ambulantes zamoranos.

Para sostener esta hipótesis se cree que aquel día, los supuestos sicarios concertados habrían estado esperando en los alrededores del parque de A Bouza, en el mercadillo de Coia, la salida de las furgonetas de los feriantes.

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