A las seis y media de la mañana, la alarma saltaba en el centro de emergencias del 112 de Galicia, procedente de Protección Civil de Cangas. Varios testigos aseguraban haber visto un tornado arrasando árboles y tejados a su paso.
Fuentes del 112 aseguraron que el viento causó desprendimientos en la cubierta de la nave de deportes náuticos del club Rodeira de Cangas y de la antigua conservera de Paganini. Los tejados llegaron hasta las embarcaciones allí atracadas, partiendo el mástil de varios barcos.
Aunque el Club Náutico fue el más dañado, los destrozos también llegaron a las casas de Punta Balea, y hasta la cubierta del Concello. En su recorrido, el tornado tiró un muro de piedra impidiendo el acceso a los garajes de un edificio, y tiró un balcón de otro inmueble de reciente construcción.
El vigilante de seguridad del puerto deportivo fue el principal testigo del tornado. Aseguró tanto a Protección Civil como a la Policía Local que fue todo muy rápido, y que vio cómo se le venía encima.
Durante más de dos horas, los efectivos del Morrazo trabajaron sin descanso para reparar los daños causados por este remolino que llegó a alcanzar, según las estimaciones de Meteogalicia, hasta los 120 kilómetros por hora.
El tornado fue rápido, sin embargo llegó dentro de un frente frío que trajo consigo una tormenta de lluvia que se dejó sentir desde Pontevedra hasta Vigo y que se prolongó durante la madrugada de ayer.
El recorrido del tornado, tal y como se desprende del relato de los vecinos, se inició por la calle Balea y siguió en línea recta hasta llegar al Club Náutico. A su paso, tiró tejas de varias casas, una chimenea de una vivienda y varios árboles que tuvieron que ser retirados por los bomberos del parque comarcal. El punto álgido, de este recorrido de apenas dos minutos de duración, tuvo lugar a pie de mar. Tras llevarse la cubierta de la nave del club y las chapas cortar los mástiles de los barcos, el interior de dicha nave comenzó a sufrir las consecuencias de la lluvia, que fue a momentos muy intensa.
El alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, se desplazó hasta el lugar de los hechos y destacó también los daños causados por el viento en la propia Casa Consistorial, con 25 metros cuadrados de cubierta dañados. 'Afortunadamente ocurrió de madrugada y no hubo que lamentar daños personales', aseguró.
El presidente de Puertos de Galicia, José Juan Durán, también se desplazó hasta el puerto deportivo y los técnicos inspeccionaron la zona para hacer una valoración de los daños, que se prevén cuantiosos.
Aunque el Club Náutico fue el más dañado, los destrozos también llegaron a las casas de Punta Balea, y hasta la cubierta del Concello. En su recorrido, el tornado tiró un muro de piedra impidiendo el acceso a los garajes de un edificio, y tiró un balcón de otro inmueble de reciente construcción.
El vigilante de seguridad del puerto deportivo fue el principal testigo del tornado. Aseguró tanto a Protección Civil como a la Policía Local que fue todo muy rápido, y que vio cómo se le venía encima.
Durante más de dos horas, los efectivos del Morrazo trabajaron sin descanso para reparar los daños causados por este remolino que llegó a alcanzar, según las estimaciones de Meteogalicia, hasta los 120 kilómetros por hora.
El tornado fue rápido, sin embargo llegó dentro de un frente frío que trajo consigo una tormenta de lluvia que se dejó sentir desde Pontevedra hasta Vigo y que se prolongó durante la madrugada de ayer.
El recorrido del tornado, tal y como se desprende del relato de los vecinos, se inició por la calle Balea y siguió en línea recta hasta llegar al Club Náutico. A su paso, tiró tejas de varias casas, una chimenea de una vivienda y varios árboles que tuvieron que ser retirados por los bomberos del parque comarcal. El punto álgido, de este recorrido de apenas dos minutos de duración, tuvo lugar a pie de mar. Tras llevarse la cubierta de la nave del club y las chapas cortar los mástiles de los barcos, el interior de dicha nave comenzó a sufrir las consecuencias de la lluvia, que fue a momentos muy intensa.
El alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, se desplazó hasta el lugar de los hechos y destacó también los daños causados por el viento en la propia Casa Consistorial, con 25 metros cuadrados de cubierta dañados. 'Afortunadamente ocurrió de madrugada y no hubo que lamentar daños personales', aseguró.
El presidente de Puertos de Galicia, José Juan Durán, también se desplazó hasta el puerto deportivo y los técnicos inspeccionaron la zona para hacer una valoración de los daños, que se prevén cuantiosos.
