Los concellos de zonas como Val Miñor o Morrazo incrementan la inversión en servicios cuya demanda se dispara
El tráfico, la basura o la presión del agua corriente se convierten en verano en el quebradero de cabeza de los principales concellos costeros que duplican y hasta triplican su población.
Los concellos afrontan esta temporada incrementando la inversión para la prestación de servicios, aunque no siempre es suficiente para erradicar las situaciones que provoca que el consumo se dispare. A mayores, 2016 se está convirtiendo en un verano de récord debido a la buena climatología desbordando las expectativas en cuanto a turistas de paso.
En la Ría de Vigo, los municipios del Val Miñor y del Morrazo son los más afectados por el aumento de residentes estivales, mientras que en el top absoluto, no sólo de la provincia de Pontevedra, sino de Galicia se encuentra Sanxenxo. Este municipio pasa de los 17.500 habitantes a los 135.000 en verano.
Fuentes municipales explican que las medidas que se toman para atender estas previsiones de población se centran en la ampliación de personal de limpieza y de la plantilla de la concesionaria de basura así como de la Policía Municipal. En concreto, la jefatura se nutre durante los meses de verano de 25 auxiliares más para vigilar los problemas de tráfico.
Aunque reconocen que los consumos se disparan en lo que va de verano carecen de problemas de abastecimiento si bien los atascos siguen siendo uno de los mayores inconvenientes, “inevitables”. La explicación viene dada desde el Concello por la cantidad de personas que se trasladan al municipio a diario o los fines de semana sin tener que residir allí. Ese flujo acaba colapsando los accesos a pesar de que como aseguran las mismas fuentes, Sanxenxo está preparado con dos aparcamientos disuasorios, uno en Portonovo, con un total de 400 plazas.
En Cangas, la población aumenta de los 27.000 habitantes en invierno a los 70.000 en verano, sin contar con los turistas de paso, principalmente de otras zonas cercanas como Vigo o Pontevedra.
En su caso, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el municipio son los atascos, el colapso de los accesos incluso del Corredor, que estas fechas está de obras. A pesar de contar con aparcamientos, uno público nuevo en el centro, la gran demanda, afirma el Concello, está en las afueras para las playas.
Otros dos ejemplos cercanos son Baiona y Nigrán. En estos casos los residentes aumentan en unos 50.000 y 40.000 habitantes respectivamente, lo que dispara todas las previsiones. Afrontar un verano como el actual parece complicado, pues pese el refuerzo de personal en limpieza y de agentes de tráfico, en ocasiones no es suficiente.
Las quejas por la falta de aparcamiento para las playas o por el la suciedad en algunos entornos siguen produciéndose, así como el exceso de celo en ocasiones de los agentes locales por infracciones.n
