Una de las vecinas afectadas por la explosión que se produjo esta madrugada en una inmobiliaria en la localidad pontevedresa de Cangas do Morrazo subrayó la 'intensidad' de la deflagración 'que voló cristales y marcos de las ventanas' y provocó un 'fortísimo olor a pólvora'.
María Paz García, quien reside en el barrio de O Forte, en Cangas, se despertó sobresaltada hacia las 2.30 horas de hoy cuando escuchó un estallido procedente de una inmobiliaria situada en el bajo del edificio que está frente al que vive. Y, según relató a los medios de comunicación, 'lo primero fue pensar en un escape de gas'.
Esta vecina manifestó que el impacto de la onda expansiva fue 'horroroso' y que los daños son 'muy cuantiosos'. De hecho reconoció su 'sorpresa' por el hecho de que dicha onda consiguiese arrancar los marcos de las ventanas y empujarlos hacia el otro lado de la pared de la vivienda.
Asimismo, confirmó que a los pocos minutos de registrarse el suceso se presentaron en el lugar efectivos de la Guardia Civil y de los Bomberos de O Morrazo, quienes la desalojaron a ella y a su marido, así como a su madre de 81 años y a la hija del matrimonio, una niña de 5 años.
La familia de María Paz García pasó la noche en casa de un familiar y, además, como consecuencia de los efectos de la explosión también fue desalojado otro matrimonio de personas mayores que fueron instalados en el Hotel Jucamar, de la localidad de Cangas.
María Paz García admitió que espera poder regresar hoy a su casa, aunque reconoció que las Fuerzas de Seguridad del Estado no se lo han podido garantizar debido a los desperfectos y al riesgo de desprendimiento de cristales y otros elementos que resultaron dañados.
Esta vecina manifestó que el impacto de la onda expansiva fue 'horroroso' y que los daños son 'muy cuantiosos'. De hecho reconoció su 'sorpresa' por el hecho de que dicha onda consiguiese arrancar los marcos de las ventanas y empujarlos hacia el otro lado de la pared de la vivienda.
Asimismo, confirmó que a los pocos minutos de registrarse el suceso se presentaron en el lugar efectivos de la Guardia Civil y de los Bomberos de O Morrazo, quienes la desalojaron a ella y a su marido, así como a su madre de 81 años y a la hija del matrimonio, una niña de 5 años.
La familia de María Paz García pasó la noche en casa de un familiar y, además, como consecuencia de los efectos de la explosión también fue desalojado otro matrimonio de personas mayores que fueron instalados en el Hotel Jucamar, de la localidad de Cangas.
María Paz García admitió que espera poder regresar hoy a su casa, aunque reconoció que las Fuerzas de Seguridad del Estado no se lo han podido garantizar debido a los desperfectos y al riesgo de desprendimiento de cristales y otros elementos que resultaron dañados.
