Los vecinos de la noiesa que ahogó a su hijo dicen que 'era extraña'

Mónica Juanatey Fernández, la madre que ingresó en prisión por ahogar en 2008 a su hijo de 9 años y meter su cadáver en una maleta encontrada ahora en Menorca, era una persona introvertida y reservada, incluso 'extraña', que apenas mantenía relación con sus vecinos de la calle Sant Llorenç de Mahón.
Los residentes en este céntrico barrio de Mahón han visto estos días alterada la tranquilidad por la presencia de cámaras de televisión y periodistas que han buscado, infructuosamente, algún dato relevante sobre esta mujer, natural de la localidad coruñesa de Noia, que confesó el lunes, en su declaración ante el titular del Juzgado número 2 de Mahón, que había matado a su propio hijo en la bañera.

Con el vecindario de la calle Sant Llorenç tanto Mónica, de 30 años, como su actual compañero sentimental, un vigilante jurado, apenas mantenían relación. Pocos se atreven a dar la cara y hablar en torno a un suceso que ha conmocionado a toda Menorca, una isla en donde ocurren pocos crímenes. 'Eran muy suyos, un poco ariscos, extraños', dijeron los vecinos.

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