En Ferrol se vende hasta lo que no se cae, pero como nadie quiere comprar el riesgo de piqueta va en aumento. "Ya ves como está todo, hay mucho local cerrado, se alquila o se vende, los astilleros están en la ruina y cada vez hay menos gente, pero vamos sobreviviendo, que es lo importante", se resigna un hostelero en la céntrica calle Magdalena. "Y estamos en verano, un día de invierno esto es un desierto". En 1980 Ferrol contaba con 91.764 habitantes, en el censo de 2018 aparecen 66. 799. "Y cuando desaparezcan las pensiones que quedan de los astilleros y de la Armada será más difícil seguir tirando. Si hasta ha cerrado Zara, con eso te lo digo todo", prosigue el hostelero.
La escoba tenía previsto dar una pasada al acto que Ana Pontón, candidata del BNG, celebró el domingo en Ferrol, pero el manifiesto firmado por galeguistas y soberanistas como Anxo Quintana o Rafa Cuiña, entre otras destacadas personalidades como el ferrolano de corazón Xavier Alcalá, pidiendo el voto en Bloque el 12 de julio hizo posponer el plan. Ferrol seguía ahí al día siguiente, como la campaña. El lunes mitinearon casi a la misma hora el popular Alberto Núñez Feijóo y el socialista Gonzalo Caballero, aunque este con el refuerzo de Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE. "En campaña vienen todos, que después se acuerden durante cuatro años es otra cosa", resume el hostelero la decepción antes de meterse en el local al ver entrar a un cliente. No están los tiempos para perder una consumición y eso que esta mañana el centro de la ciudad está algo más animado que de costumbre por la presencia de turistas y el regreso de nativos a pasar las vacaciones.
Cartel de Núñez Feijóo (Foto: Suso Arjomil).
Los letreros "se alquila" y "se vende" llevan mucho tiempo formando parte del decorado urbano. Un grafitero local ha adornado los bajos en estado ruinoso con un sonriente "makako", como lo ha bautizado, y el lema "Ferrol Mola" con el objetivo de espantar la depresión. El artista urbano prefiere permanecer en el anonimato, pero hay una página web en la que se pueden adquirir camisetas, sudaderas, tazas o pegatinas con el "makako". En la decadencia también se puede encontrar una oportunidad, pero hay que saber verla. Los ferrolanos llevan mucho tiempo buscando un proyecto de futuro tras quedarse sin los militares que abarrotaban las calles y con los trabajadores del naval sin chapa que cortar. Cada cuatro años la ciudad confía el gobierno municipal a una formación política distinta. Por la Alcaldía pasaron BNG, PP, Ferrol en Común y ahora PSOE sin que ninguna formación fuese capaz de repetir mandato. "Sí, lo hacemos a ver si encontramos a uno que haga algo, pero ni así", bromean en un despacho de pan, un negocio asegurado mientras no se pierda población o no se marche al vecino y pujante municipio de Narón. "También es cierto que en cuatro años no da tiempo a mucho", añade, "pero las posibilidades de la ciudad pueden ser enormes si hubiese una buena idea".
La desconfianza en las promesas electorales es absoluta. Un hombre se detiene al escuchar al periodista reflexionar en voz alta sobre la decadencia de unas calles diseñadas a escuadra. Explica las grandes obras hidráulicas como el Arsenal, el único puerto militar de la Ilustración que sigue intacto en toda Europa, pero cuando se le pregunta por la campaña se encoge de hombros y deja la explicación a medias.
Ferrol en venta
Núñez Feijóo celebró el mitin del PP en el Pazo do Monte, establecimiento dedicado a ceremonias como bodas y bautizos en la zona de los hospitales, por lo que es lógico que entre los asistentes hubiese más convencidos que curiosos. Caballero y Lastra en la Porta Nova, réplica de la última entrada en las antiguas murallas de la ciudad en la que nació Pablo Iglesias, el fundador de su partido. El candidato socialista mencionó el nuevo horizonte que se abre con la construcción de cinco F-110, las nuevas fragatas de Navantia, para la Armada por 4.300 millones de euros; Feijóo, como presidente de la Xunta, pidió hace un mes a la compañía que el trabajo se inicie en el menor tiempo posible, pero las previsiones apuntan a que no comenzarán a cortar chapa hasta finales de 2021 o inicio de 2022.
En la terraza del Gran Hotel de Ferrol, al lado de la plaza elegida por los socialistas para celebrar el mitin, la clientela no está por la labor de hablar de la campaña. "No sé si hubo mucha gente en el mitin porque no fui", comenta un cliente mientras cede con un gesto la palabra a la persona con la que está sentado: "Yo tengo cosas más importantes que hacer que ir a un mitin y las ideas de cada uno no se van". Ferrol sigue en venta.
