ARTE URBANO

Vigo combate el feísmo con arte y color en gran formato

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photo_camera El mural de temática marina en Vigo.

El muralista vasco Luis Olaso fue el encargado de plasmar sobre una lona a modo de lienzo de 14x18 metros el bodegón de temática marina

Enormes calaveras, barcos de papel, personajes fantásticos y universos estelares decoran muros, medianeras y fachadas desprovistas del mínimo estético exigible y que tenían el dudoso honor de contarse entre los espacios más feos de Vigo.

En el marco del festival "Vigo, ciudad de color", un grupo de artistas locales se ha dedicado en las últimas semanas a rehabilitar esos entornos impersonales con grandes murales que ya pueden disfrutar los vecinos.

"A fiestra", de Urbano Lugrís, fue la obra seleccionada para comprobar la viabilidad del proyecto.

El muralista vasco Luis Olaso fue el encargado de plasmar sobre una lona a modo de lienzo de 14x18 metros el bodegón de temática marina que luce desde el pasado septiembre la medianera del número 2 de la calle Príncipe.

A partir de ahí, otros trece espacios distribuidos por toda la ciudad albergan en las últimas semanas muestras variopintas de arte urbano.

La cuesta de la Pinacoteca luce la obra de Xavier Magalhaes, discípulo de Laxeiro, "Ledicia e a alegría de vivir" o "Xogos na pulguiña".

Nelson Villalobos, de origen cubano y declarado vigués de corazón, es autor de un mural y una escultura en la calle Martínez Garrido que honra la memoria del alcalde homónimo y de otros fusilados en 1936, y de otro mural entre las columnas de Blein Budiño.

Una de las imágenes más llamativas es la firmada por "Liqen", popular por sus murales en México y anteriormente conocido como "Tiñas" por su "Lección de anatomía" (2006) en el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo.

Su mural en la medianera de un edificio de la calle Hispanidad representa personajes fantásticos compuestos por criaturas marinas y elementos vegetales en una composición donde demuestra su dominio de la profundidad y la perspectiva. El mural de "Pelucas", hermano gemelo de "Liqen", está impregnado por su característico estilo ochentero, que ha inundado también calles y museos en México, Japón y varias ciudades europeas. Su aportación en el festival "Vigo, ciudad de color" se aprecia desde la parte baja de las escaleras de Don Quijote, donde simpáticas criaturas se esconden entre formas geométricas muy coloristas.Una arrinconada y oscura cancha del parque Camilo José Cela es el espacio donde "Ash", un artista multidisciplinar que se declara influenciado por Dalí, ha plasmado con tonos celtistas al guardián que protege el nombre de la ciudad de la amenaza de un dragón.

"Un Vigo- o un mundo- más poético" es lo que persigue el colectivo "Ewa", que con notas cálidas sobre fondo azul se ocupó de los murales de Navia y la zona del Calvario.

En el parque de Navia la pintura de David Arambarri combina con los versos de Patricia Sánchez, mientras en la esquina de Urzáiz con Gregorio Espino se ultima una escena de temática marina elaborada por Alejandro Fernández.

"Anthony", que en su más de 20 años de trayectoria ha firmado en las paredes de varios locales hosteleros y muros de Europa y en Nueva York, es el autor de una composición en un muro de Lavadores donde figuras triangulares crean un efecto tridimensional en una evolución cromática del gris cemento al púrpura.

La fachada del IES Illas Cíes de Coia luce la singular obra de "Peri", reconocido artista plástico que ha llevado sus creaciones al mundo textil. Un paisaje galáctico es el fondo sobre el que sitúa a sus personajes fantásticos.

Elisa González es la joven promesa del festival, recién licenciada en Bellas Artes y ganadora el año pasado de la convocatoria nacional "Beyond Arting Platform".

Suya es la obra que luce en una fachada de Vía Norte, donde están representados los rostros de los vigueses mirando al cielo, en un gesto que sugiere esperanza.

En la calle Zaragoza ha trabajado Antonio Barbará, más conocido como "Pow" o "Powone", uno de los grafiteros más populares de Galicia, que lleva años rehabilitando rincones de la zona por encargo de sus vecinos.

Una imagen antigua de Urzáiz, con la fachada del teatro Odeón y un tranvía en circulación conforman la escena que ha representado con aerosoles de color negro, blanco y gris.

El "Colono Atlántico", en el que Darío Álvarez Basso trabajó en su taller durante semanas, ya luce en una fachada próxima a la estación de Guixar, simbolizando con acuarelas azules y doradas el vínculo de la ciudad con el mar.

Queda pendiente el mural asignado a Gonzalo Alonso para cubrir la fachada del número 55 de la cale Zaragoza.

Los alumnos de Pintor Laxeiro, Altamar, Illas Cíes y Beade también han hecho sus aportaciones pictóricas al proyecto, que se expondrán próximamente en el museo Verbum.

El festival ha brindado a los artistas expresarse con total libertad, según cuenta a Efe David Arambarri, quien atribuye el predominio de los tonos azules al vínculo de sus autores con la ciudad.

Como sugerencia para ediciones futuras, Arambarri propone "espacios más amplios", y como consejo a las nuevas generaciones de artistas les dice que "no piensen en hacerse ricos", sino que cumplan su vocación "para disfrutar". 

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