El número de mujeres en situación irregular trabajando en los clubes se desploma y la cifra de detenidos se reduce
Una docena de golpes policiales a las redes de inmigración ilegal y trata de seres humanos en los últimos cuatro años han frenado la actuación de estas mafias en la ciudad. La Ucrif (Unidad contra la red de inmigración ilegal y falsedad documental ) de la Policía Nacional de Vigo ha detectado un descenso de este tipo de actuaciones delictivas en el último año, en cuya lucha emplea buena parte de sus esfuerzos.
En colaboración con la Seguridad Social, Trabajo y Hacienda y en contacto directo con la Fiscalía, Organizaciones no Gubernamentales y la Brigada Central de Tráfico de Seres Humanos, la unidad policial ha intensificado los controles sobre los principales establecimientos y sectores con población extranjera, incrementando su número en los seis primeros meses del año.
La situación ha cambiado en los últimos años. Según explican desde la Ucrif de Vigo, el número de mujeres extranjeras en situación irregular trabajando en los clubes nocturnos ha descendido notablemente, y apenas se detectan. Las elevadas multas por parte de Trabajo y los cierres cautelares que se han llevado a cabo en algunos de estos establecimientos ha obligado a los propietarios a buscar la legalidad de sus trabajadores para poder sortear el aumento de controles “sorpresa” que realiza la Policía.
Dichos controles no sólo han crecido en número, cerca de dos a la semana, sino que se van variando en cuanto a días de la semana.
Es el ambiente de la prostitución donde la Policía ha podido desmantelar al menos ocho redes de tráfico y explotación de mujeres inmigrantes, entre africanas, sudamericanas, pero también rumanas o incluso chinas.
El control exhaustivo hacía los establecimientos donde se ejerce esta actividad ha hecho a las mafias utilizar otros medios, como los pisos privados, una actividad incipiente desde hace al menos tres años. La Ucrif de Vigo, cuyo ámbito de actuación es todo el sur de Galicia, cuenta con métodos de investigación para conocer dónde se sitúan estos pisos en la ciudad y realiza también vigilancias periódicas para garantizar que las mujeres extranjeras están legales, no sufren explotación laboral o están obligadas a trabajar bajo amenazas.
Junto a la trata de blancas, las mafias actúan también introduciendo a inmigrantes ilegales en el país a los que prometen trabajos con falsos papeles y que después realizan de forma irregular.
En este sentido, la unidad viguesa realizó cuatro importantes operaciones en los últimos tres años. En 2014, la Ucrif colaboró en la investigación que detuvo a doce personas y detectar una asesoría gallega que realizaba contratos ficticios de trabajo a inmigrantes. Este mismo año fueron arrestados cuatro presuntos cabecillas de una red de guatemaltecos que introducían a paisanos de forma ilegal. En el puerto, una redada policial detectó a 13 trabajadores ilegales mientras que la Ucrif logró desenmascarar una presunta trama de fraude de 3 millones de euros vinculado a dos empresarios.