Esta antigua tradición, vestigio de un carnaval típicamente rural decimonónico y cuyo origen, no del todo conocido, podría estar ligado a una parodia o ridiculización de las guerras carlistas
Enfundados en sus peculiares trajes engalanados y montados en unos caballos decorados con ostentosa ornamentación, los Xenerais da Ulla han salido hoy a recorrer y a llenar de color los caminos de las distintas aldeas de aquellos ayuntamientos que conforman el valle del río Ulla.
Esta antigua tradición, vestigio de un carnaval típicamente rural decimonónico y cuyo origen, no del todo conocido, podría estar ligado a una parodia o ridiculización de las guerras carlistas, ha sido recientemente declarada fiesta de interés turístico de Galicia.
Así pues, esta costumbre pertenece a un ámbito estrictamente parroquial, de modo que los generales a caballo recorren hasta el último milímetro de las circunscripciones eclesiásticas acompañados de sus correos y de un coro formado por niños y jóvenes de la zona, conocido como parranda y autor cada año de una canción satírica.
La sátira y la picaresca son comunes en esta celebración de los Xenerais da Ulla, como prueba el elemento central de esta tradición: los altos y atranques, duelos dialécticos a caballo entre los generales, en los que estos analizan la actualidad política y social tanto a nivel local como nacional con frases cargadas de ingenio e ironía.
Constituye esta festividad un enlace entre todas las localidades de la conocida como comarca del Ulla, que incluye los municipios de ambas riberas de este río, frontera natural entre las provincias de A Coruña y Pontevedra.
Los ayuntamientos en los que está presente esta tradición son ocho: cinco en A Coruña (Boqueixón, Vedra, Teo, Santiago de Compostela y Touro) y tres en Pontevedra (Silleda, Vila de Cruces y A Estrada), aunque la actividad no se desarrolla a nivel municipal.
Es cada parroquia la que establece su propio calendario de festividades durante las fechas propias del carnaval a través de las conocidas como comisiones de fiestas, lo que provoca que cada celebración presente sus propios trazos característicos.
Son, por ello, los Xenerais da Ulla una costumbre que dinamiza el rural gallego y que ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años, propiciado por la unión de los ayuntamientos involucrados para la potenciación de uno de sus rasgos identitarios.
