La Xunta 'extremará la seguridad' en las oposiciones que convoque y confeccionará e imprimirá con 'carácter general' los exámenes en las dependencias propias del edificio autonómico, de forma que en este proceso participen 'exclusivamente' los funcionarios de este organismo.
El objetivo de esta medida es 'mejorar la redacción de los programas de las pruebas selectivas' para 'adaptarlos lo máximo posible' a los puestos de trabajo que desempeñarán las personas que aprueben el examen y logren ser empleados públicos de la Xunta.
La dirección xeral de Función Pública quiere aportar la 'máxima seguridad' y 'transparencia' a este proceso selectivo, por lo que propondrá a los tribunales de las primeras pruebas de los exámenes de oposición al cuerpo administrativo de los grupos C1 y C2 la expulsión de cinco aspirantes, tras constatarse que conocían los cuestionarios con carácter previo. Así, plantea correr la lista cinco puestos para el siguiente examen.
El informe realizado por la dirección xeral de Avaliación e Reforma Administrativa de la consellería de Presidencia será remitido al ministerio Fiscal para que decida 'lo que vea conveniente'.
PROCESO SELECTIVO
Los primeros exámenes se celebraron en Silleda (Pontevedra) el 19 de septiembre y el 3 de octubre, respectivamente. La investigación se inició tras constatar que en la prueba del C1 los primeros opositores sacaron puntuaciones superiores y distanciadas del resto y que, además, los cinco primeros presentaron un patrón similar de aciertos y errores.
En el marco de este proceso se comenzó otra pesquisa, cuando estos cinco aspirantes estuvieron también entre las mejores notas del C2. Durante dos semanas se realizaron más de 40 interrogatorios y se llegó a la conclusión de que la sexta opositora, que fue la única que ofreció una colaboración abierta con el proceso y no participó en el examen del C2, no tenía relación directa con la presunta actuación 'fraudulenta'. Las investigaciones también exculparon a los miembros de los tribunales, que fueron diferentes en ambos exámenes.
La dirección xeral de Función Pública quiere aportar la 'máxima seguridad' y 'transparencia' a este proceso selectivo, por lo que propondrá a los tribunales de las primeras pruebas de los exámenes de oposición al cuerpo administrativo de los grupos C1 y C2 la expulsión de cinco aspirantes, tras constatarse que conocían los cuestionarios con carácter previo. Así, plantea correr la lista cinco puestos para el siguiente examen.
El informe realizado por la dirección xeral de Avaliación e Reforma Administrativa de la consellería de Presidencia será remitido al ministerio Fiscal para que decida 'lo que vea conveniente'.
PROCESO SELECTIVO
Los primeros exámenes se celebraron en Silleda (Pontevedra) el 19 de septiembre y el 3 de octubre, respectivamente. La investigación se inició tras constatar que en la prueba del C1 los primeros opositores sacaron puntuaciones superiores y distanciadas del resto y que, además, los cinco primeros presentaron un patrón similar de aciertos y errores.
En el marco de este proceso se comenzó otra pesquisa, cuando estos cinco aspirantes estuvieron también entre las mejores notas del C2. Durante dos semanas se realizaron más de 40 interrogatorios y se llegó a la conclusión de que la sexta opositora, que fue la única que ofreció una colaboración abierta con el proceso y no participó en el examen del C2, no tenía relación directa con la presunta actuación 'fraudulenta'. Las investigaciones también exculparon a los miembros de los tribunales, que fueron diferentes en ambos exámenes.
