A falta de un mes para que llegue el invierno, este otoño está siendo el más seco de los últimos 47 años. Ante esta situación, desde la Consellería de Medio Ambiente se hace un llamamiento para un consumo responsable del agua instando a abandonar prácticas como el riego de jardines o baldeo de calles. Una comisión de seguimiento analizará diariamente la situación mientras no llueva.
La Xunta ha comunicado a todas las instituciones el abandono de los usos de agua que no sean los indispensables para consumo humano, agrícola e industrial, con el objetivo de afrontar el año más seco del último medio siglo, que ha llevado a la comunidad a una situación de prealerta. Así lo anunció en una rueda de prensa el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, que precisó, no obstante, que el abastecimiento está garantizado con normalidad para los próximos meses, puesto que todos los organismos con competencia tienen previstas las alertas para reaccionar ante una tendencia que se mantendrá hasta el invierno del próximo año.
En este sentido, Vázquez ironizó con la paradoja que ayer llevó a convocar a los medios de comunicación cuando, justo hace un año, sus comparecencias estaban relacionadas con las precipitaciones más importantes de las cuatro décadas precedentes, mientras que, actualmente, a falta de dos semanas para el final de noviembre, 2007 es ya el más seco de los últimos 47 años, según los registros de Lourizán.
Seguimiento
Ante esta situación, la Xunta pondrá en marcha de una comisión de seguimiento diario de la situación y realizó un llamamiento social para realizar un consumo racional del agua que, en el caso de las instituciones, llevará al abandono de usos secundarios como el riego de jardines, los baldeos de calles y todos aquellos destinos que no sean los indispensables.
Aunque la próxima semana se prevén precipitaciones discretas, recalcó que que hay posibilidades elevadas de que el invierno continúe la senda de sequía de este otoño y, por ello, asumió la necesidad de poner en marcha acciones preventivas como las acometidas con la Consellería de Medio Rural en relación a las explotaciones. Con todo, el conselleiro aclaró, pese a la apelación a la precaución ante una situación complicada, es posible lanzar un men saje de tranquilidad, puesto que están adoptadas todas las medidas necesarias y el abastecimiento está garantizado con normalidad para los próximos meses.
Los embalses de abastecimiento se encuentran al 53,62 por ciento (frente al 71 de 2006) y que los de uso hidroeléctrico muestran una ocupación del 30 por ciento, menos de la mitad que el pasado año. De los primeros, el más vacío es el de Cecebre, si bien tiene un 35,5% de agua que garantiza suministro para mes y medio; seguido del de Caldas, que con un 40 por ciento alcanza para 20 días; y del de Baiona, con un 42,4 por ciento y del que, pese a que no hay estimaciones concretas, tiene para más de un mes.
El resto muestran una ocupación superior al 50 por ciento, desde el 57,1 del embalse de Pontillón, con reserva para dos meses; al 62,9 por ciento del de Eiras, que aguantará un trimestre; y el de Forcadas, con hasta el 78,2 por ciento y garantías para hasta casi la próxima primavera. Esta situación responde a que desde la última semana de agosto Galicia registra un fortísimo predominio de condiciones anticiclónicas que han llegado a una estabilización que impide que llueva.
