La Consellería do Mar cree que 'hay evidencias científicas que dicen que, aunque hay mezcla genética' entre la bacaladilla del norte y la del sur, 'hay unidades de stock claramente diferenciadas', lo que avala, a juicio del departamento autonómico, la 'necesidad' de gestionar el reparto de las capturas en cada uno de los caladeros por separado.
En base a esto, la Xunta de Galicia reclama a las autoridades comunitarias replantear la asignación de Totales Admisibles de Captura (TAC) y cuotas para esta especie. De este modo, pide establecer niveles independientes para las flotas que faenen en una u otra zona: en el Cantábrico Noroeste, caso de las embarcaciones gallegas, y en el Atlántico Norte, donde trabajan, entre otros, pescadores islandeses, noruegos y de Islas Feroe.
El subdirector xeral de Ordenación de Recursos Mariños, José Molares, junto a la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y la profesora de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Carmen García Negro, se ha encargado de exponer, en rueda de prensa, los argumentos técnicos de la petición de la Comunidad Autónoma.
Tal y como ha subrayado, 'hasta el año 1993 -ambos stock- estaban gestionados de forma separada'. 'Después, por falta de información, se juntaron. Reclamamos que se vuelvan a gestionar de forma separada', ha incidido.
La comparecencia se produce la misma semana en que la titular de Mar del Gobierno autonómico se desplazó a Bruselas para exponer, ante la directora general de la DG Mare, los informes científicos con los que la Xunta -que creó un grupo de trabajo con representantes del sector al arrastre de litoral- busca respaldar sus solicitudes. 'Son los informes que nos tienen que llenar de razón', ha proclamado Rosa Quintana.
El primero, de tipo técnico, lo realizaron técnicos de la propia Consellería do Mar y el segundo, sobre el impacto socioeconómico que supone el recorte del 93% en la cuota de la bacaladilla de este año -de 24.000 a 800 toneladas-, lo firma la docente de la facultad compostelana de Económicas Carmen García Negro.
Este último cifra en 12 millones de euros la repercusión directa de la reducción de cuota en 2011, y eleva hasta los 40 millones los efectos si se considera el 'arrastre interindustrial' del sector. Tan solo en el puerto de Ribeira, en A Coruña, el impacto es de 6 millones de euros.
'EN UNO DE LOS PRÓXIMOS' CONSEJOS DE MINISTROS
Tras el viaje, el pasado martes, Quintana regresó a Galicia con el compromiso de la dirigente comunitaria de aprobar, 'en uno de los próximos' Consejos de Ministros de Pesca, la ampliación en 1.300 toneladas en la posibilidad de pescar bacaladilla para la flota española en el caladero del Cantábrico Noroeste.
Se trata de 'un parche a muy corto plazo', ha subrayado Rosa Quintana, que ha destacado que, el fin último de la Administración gallega, es 'que sus planteamientos se escuchen' para que la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) acabe con el sistema actual de TAC y cuotas que 'perjudica' a Galicia, una región 'dependiente' de la pesca y que, además, presume de tener 'los mejores pescadores del mundo'.
Para ello, ha precisado Quintana, Galicia precisa del Gobierno central, competente en las negociaciones, para lo que la Xunta cuenta con la colaboración del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino a través de la secretaria general del Mar, la gallega Alicia Villauriz, que 'ha visto muy bien la iniciativa gallega' de constituir un grupo de trabajo mixto, según ha resaltado la conselleira.
'CESIÓN' DE LOS PESCADORES DEL GRAN SOL
Las 1.300 toneladas logradas representan el total de bacaladilla que tienen asignado los buques de España en aguas del Gran Sol, por lo que estos pescadores deberán 'ceder' dicha capacidad a los del Cantábrico, antes de que la Unión Europea (UE) autorice dicha transacción.
De hecho, los barcos del Gran Sol suelen utilizar la cuota correspondiente a la bacaladilla para 'intercambiar' con la de otras especies pertenecientes a otras flotas, tal y como ha explicado en la rueda de prensa la conselleira do Mar.
Además, y en línea con la idea del 'parche a corto plazo', la titular del departamento gallego ha evidenciado que, aún con la incorporación de 1.300 toneladas -sobre las 800 en que quedó la cuota tras el recorte-, la reducción con respecto al tope del año pasado significará un 82%.
De ahí que el fin último sea una reformulación de la PPC, lucha en la que, ha valorado, 'todas las fuerzas políticas' están 'unidas' y, ante la cual, ha expuesto un principio: 'Ante argumentos científicos, hay cosas difícilmente cuestionables'.
El subdirector xeral de Ordenación de Recursos Mariños, José Molares, junto a la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y la profesora de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Carmen García Negro, se ha encargado de exponer, en rueda de prensa, los argumentos técnicos de la petición de la Comunidad Autónoma.
Tal y como ha subrayado, 'hasta el año 1993 -ambos stock- estaban gestionados de forma separada'. 'Después, por falta de información, se juntaron. Reclamamos que se vuelvan a gestionar de forma separada', ha incidido.
La comparecencia se produce la misma semana en que la titular de Mar del Gobierno autonómico se desplazó a Bruselas para exponer, ante la directora general de la DG Mare, los informes científicos con los que la Xunta -que creó un grupo de trabajo con representantes del sector al arrastre de litoral- busca respaldar sus solicitudes. 'Son los informes que nos tienen que llenar de razón', ha proclamado Rosa Quintana.
El primero, de tipo técnico, lo realizaron técnicos de la propia Consellería do Mar y el segundo, sobre el impacto socioeconómico que supone el recorte del 93% en la cuota de la bacaladilla de este año -de 24.000 a 800 toneladas-, lo firma la docente de la facultad compostelana de Económicas Carmen García Negro.
Este último cifra en 12 millones de euros la repercusión directa de la reducción de cuota en 2011, y eleva hasta los 40 millones los efectos si se considera el 'arrastre interindustrial' del sector. Tan solo en el puerto de Ribeira, en A Coruña, el impacto es de 6 millones de euros.
'EN UNO DE LOS PRÓXIMOS' CONSEJOS DE MINISTROS
Tras el viaje, el pasado martes, Quintana regresó a Galicia con el compromiso de la dirigente comunitaria de aprobar, 'en uno de los próximos' Consejos de Ministros de Pesca, la ampliación en 1.300 toneladas en la posibilidad de pescar bacaladilla para la flota española en el caladero del Cantábrico Noroeste.
Se trata de 'un parche a muy corto plazo', ha subrayado Rosa Quintana, que ha destacado que, el fin último de la Administración gallega, es 'que sus planteamientos se escuchen' para que la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) acabe con el sistema actual de TAC y cuotas que 'perjudica' a Galicia, una región 'dependiente' de la pesca y que, además, presume de tener 'los mejores pescadores del mundo'.
Para ello, ha precisado Quintana, Galicia precisa del Gobierno central, competente en las negociaciones, para lo que la Xunta cuenta con la colaboración del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino a través de la secretaria general del Mar, la gallega Alicia Villauriz, que 'ha visto muy bien la iniciativa gallega' de constituir un grupo de trabajo mixto, según ha resaltado la conselleira.
'CESIÓN' DE LOS PESCADORES DEL GRAN SOL
Las 1.300 toneladas logradas representan el total de bacaladilla que tienen asignado los buques de España en aguas del Gran Sol, por lo que estos pescadores deberán 'ceder' dicha capacidad a los del Cantábrico, antes de que la Unión Europea (UE) autorice dicha transacción.
De hecho, los barcos del Gran Sol suelen utilizar la cuota correspondiente a la bacaladilla para 'intercambiar' con la de otras especies pertenecientes a otras flotas, tal y como ha explicado en la rueda de prensa la conselleira do Mar.
Además, y en línea con la idea del 'parche a corto plazo', la titular del departamento gallego ha evidenciado que, aún con la incorporación de 1.300 toneladas -sobre las 800 en que quedó la cuota tras el recorte-, la reducción con respecto al tope del año pasado significará un 82%.
De ahí que el fin último sea una reformulación de la PPC, lucha en la que, ha valorado, 'todas las fuerzas políticas' están 'unidas' y, ante la cual, ha expuesto un principio: 'Ante argumentos científicos, hay cosas difícilmente cuestionables'.
