Una azafata de Alitalia que participa en el concurso televisivo Gran Hermano de Italia ha levantado la polémica después de que la aerolínea haya abierto un procedimiento disciplinario contra ella por ausentarse de su trabajo.
Los problemas para Daniela Martani comenzaron el viernes pasado, cuando la compañía inició el procedimiento contra ella por no haberse presentado en el aeropuerto Fiumicino de Roma para un vuelo entre la capital italiana y Tokio.
La concursante se enteró del proceso que le ha abierto su empresa el lunes durante la emisión del programa, cuya presentadora le ofreció la posibilidad de abandonar el concurso para solucionar sus problemas laborales.
Martani, que se ha ganado el sobrenombre de Pasionaria porque su rostro apareció en los medios durante las protestas de los trabajadores de Alitalia, había solicitado antes de entrar en el programa una suspensión temporal de empleo pagada como un primer paso.
La concursante aseguró que sus protestas contra la compañía eran sinceras, así como su sueño de trabajar en televisión.
No obstante, uno de los invitados del programa, Alfonso Signorini, le reprochó haber pasado de ser una Che Guevara a ser una Ivana Trump y añadió que si le conceden la suspensión de empleo pagada sería una vergüenza nacional.
La polémica ha llegado al punto de que hoy el presidente del Popolo della Liberta (PDL) en el Senado, Maurizio Gasparri, aseguró que el procedimiento abierto por Alitalia contra la concursante del Gran Hermano es justo porque no debe haber privilegios para los listillos.
Según Gasparri, que comparte formación política con el primer ministro, Silvio Berlusconi, con tantas personas en el paro el cese de empleo pagado sería una facilidad injustificada.
Muchos de los empleados de Alitalia se encuentran pendientes de un cese temporal de su empleo desde que la compañía fue refundada el pasado 13 de enero, un día después de que Martani entrara en la casa del Grande Fratello.
La concursante se enteró del proceso que le ha abierto su empresa el lunes durante la emisión del programa, cuya presentadora le ofreció la posibilidad de abandonar el concurso para solucionar sus problemas laborales.
Martani, que se ha ganado el sobrenombre de Pasionaria porque su rostro apareció en los medios durante las protestas de los trabajadores de Alitalia, había solicitado antes de entrar en el programa una suspensión temporal de empleo pagada como un primer paso.
La concursante aseguró que sus protestas contra la compañía eran sinceras, así como su sueño de trabajar en televisión.
No obstante, uno de los invitados del programa, Alfonso Signorini, le reprochó haber pasado de ser una Che Guevara a ser una Ivana Trump y añadió que si le conceden la suspensión de empleo pagada sería una vergüenza nacional.
La polémica ha llegado al punto de que hoy el presidente del Popolo della Liberta (PDL) en el Senado, Maurizio Gasparri, aseguró que el procedimiento abierto por Alitalia contra la concursante del Gran Hermano es justo porque no debe haber privilegios para los listillos.
Según Gasparri, que comparte formación política con el primer ministro, Silvio Berlusconi, con tantas personas en el paro el cese de empleo pagado sería una facilidad injustificada.
Muchos de los empleados de Alitalia se encuentran pendientes de un cese temporal de su empleo desde que la compañía fue refundada el pasado 13 de enero, un día después de que Martani entrara en la casa del Grande Fratello.
