Flavia Massoli, la que fuera amante del presidente del F.C. Barcelona Joan Laporta y trabajadora del club, llevó a juicio a los directivos del equipo, a quienes acusaba de despido improcedente. Ahora, el juez ha desestimado la acusación de la mujer y le ha impuesto una sanción económica pues considera que sólo busca 'relevancia social'.
En julio de 2008 Joan Laporta se encontraba inmerso en una moción de censura provocada por una serie de fracasos en el campo de fútbol del Barça. Fue entonces cuando a Flavia Massoli la obligaron, según dice, a firmar una baja voluntaria de su puesto de trabajo en el departamento de protocolo del club.
Por ello, Flavia llevó a los tribunales a la junta directiva del equipo pues afirmaba que fue su relación con Laporta la que provocó la pérdida de su puesto de trabajo, en lo que sería un despido improcedente. Pero el juicio, celebrado este martes 24 en el juzgado número 10 de Barcelona, y al que no ha acudido el presidente del Barça, no ha fallado a favor de la mujer.
El tribunal ha determinado que no existen pruebas suficientes para la inculpación del FC Barcelona y ha impuesto una sanción económica a Flavia, por considerar que la mujer 'sólo persigue adquirir relevancia social'.
Este asunto comenzó en julio de 2008, cuando Flavia fue supuestamente obligada a firmar su dimisión por el F.C. Barcelona. Tras ello, la mujer siguió trabajando otro año en el club, acompañándolo incluso en su gira americana. Así, no fue hasta el pasado septiembre cuando el despido se hizo evidente, y la mujer acudió a los tribunales.
Flavia asegura que la razón por la que retrasó tanto tiempo el juicio fue que Laporta le prometió una readmisión en su puesto una vez se calmara el asunto de la moción de censura, algo que nunca cumplió. 'El presidente me prometió que volvería a trabajar. Me siento muy decepcionada, me ha engañado; yo ayudé al presidente y creo que él es un poco mal agradecido'.
Ahora que el juez le ha quitado la razón sobre el tema, poco le queda a Flavia que pelear. Sin trabajo y sin ingresos, se encuentra viviendo en casa de unos familiares hasta que mejore la situación. 'Estoy esperando una indemnización para que pueda seguir mi vida en otro sitio, porque aquí en Barcelona de momento no es bueno', ha declarado.
Por ello, Flavia llevó a los tribunales a la junta directiva del equipo pues afirmaba que fue su relación con Laporta la que provocó la pérdida de su puesto de trabajo, en lo que sería un despido improcedente. Pero el juicio, celebrado este martes 24 en el juzgado número 10 de Barcelona, y al que no ha acudido el presidente del Barça, no ha fallado a favor de la mujer.
El tribunal ha determinado que no existen pruebas suficientes para la inculpación del FC Barcelona y ha impuesto una sanción económica a Flavia, por considerar que la mujer 'sólo persigue adquirir relevancia social'.
Este asunto comenzó en julio de 2008, cuando Flavia fue supuestamente obligada a firmar su dimisión por el F.C. Barcelona. Tras ello, la mujer siguió trabajando otro año en el club, acompañándolo incluso en su gira americana. Así, no fue hasta el pasado septiembre cuando el despido se hizo evidente, y la mujer acudió a los tribunales.
Flavia asegura que la razón por la que retrasó tanto tiempo el juicio fue que Laporta le prometió una readmisión en su puesto una vez se calmara el asunto de la moción de censura, algo que nunca cumplió. 'El presidente me prometió que volvería a trabajar. Me siento muy decepcionada, me ha engañado; yo ayudé al presidente y creo que él es un poco mal agradecido'.
Ahora que el juez le ha quitado la razón sobre el tema, poco le queda a Flavia que pelear. Sin trabajo y sin ingresos, se encuentra viviendo en casa de unos familiares hasta que mejore la situación. 'Estoy esperando una indemnización para que pueda seguir mi vida en otro sitio, porque aquí en Barcelona de momento no es bueno', ha declarado.
