FASHION WEEK

Los años 70 vuelven a Madrid 
de la mano de sus creadores

madrid
photo_camera Modelo de María Barros.

La coruñesa María Barros presenta una colección inspirada en el cine surrealista de Luis Buñuel.

La diseñadora coruñesa María Barros inauguró ayer la segunda jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week con un desfile en el que presentó una serie de vestidos inspirados en el lenguaje cinematográfico surrealista que expresaron Luis Buñuel, Germaine Dulac y Jean Cocteau.

"Es una colección marcada por el vestido", señaló la diseñadora gallega, que evitó los estampados para componer prendas con siluetas muy marcadas y volúmenes asimétricos, muy depurados. Lanas y sedas tintadas en azul, rosa y naranja con sutiles pinceladas beige, dieron vida a unos vestidos ceñidos con largo midi y otros con más movimiento y una pequeña cola, conjuntados con unos divertidos botines que llevaba estampados los huesos del pie.

Con la mirada en la época dorada y la "jet set" que arropaba al escritor Truman Capone, la diseñadora Teresa Helbig presentó por su parte una colección que recrea una sociedad en la que aparecían fabulosas señoras vestidas de ensueño. Los patrones de los años 60 y 70 y la atmósfera de la mítica discoteca neoyorquina Studio 54 se trasladaron a las creaciones de Helbig, quien viste a la mujer con maravillosos vestidos con efecto caleidoscópico y geométrico.

Más ligera y desestructura que en otras ocasiones ha sido la propuesta de Ángel Schlesser, que puso en escena un ejercicio de sobriedad y feminidad. La propuesta de Schlesser es concreta, va destina a una mujer atemporal, urbana y práctica que busca el confort en vestidos, blusas, pantalones y jerséis de punto inglés para su día a día.

La ruta de la seda, camino que une Oriente y Occidente, fue el punto de partida de Francis Montesinos, un viaje en el que trabaja los tejidos para dar coherencia a la colección. De tal modo, aparecen sedas brocadas en gris y rojo azafrán que recrean la cultura oriental. Chilabas femeninas y masculinas que representan al país africano y estampados de pavo real, en tonos azules y verdes, que imbuyen en la cultura mediterránea.

Los patrones de la década de los 60 y 70 y la sastrería masculina vertebran el trabajo de Roberto Torretta, que exhibió prendas con una silueta en forma de "A" mayúscula con la intención de hacer piezas lo más femeninas posibles.

Bajo el título N.E.O, Juana Martín puso por su parte en escena una colección con sutiles volantes y líneas más depuradas sin olvidar sus raíces andaluzas que en esta ocasión ha plasmado con sutiles ondas. Esta cordobesa, que reivindica el trabajo artesanal del oficio, viste a la mujer con una serie de prendas en blanco y negro muy sencillas, casi, casi minimalistas.

Los hermanos Aitor e Iñaki Muñoz, alma y cuerpo de la firma Ailanto, se inspiraron por su parte en La Shirley Sherwood Gallery of Botanical Art, galería dedica al arte botánica, para crear unos estampados contemporáneos, muy personales, con motivos vegetales. y sutiles mariposas.n
 

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