La prometida del príncipe Alberto II de Mónaco, Charlene Wittstock, se convirtió al catolicismo antes de su matrimonio religioso.
Sin esta conversión la Constitución monegasca impedía que Wittstock, de confesión protestante, pudiera acceder al trono del Principado. La pareja inició ayer una visita a Irlanda, donde fue recibida por la presidenta de la República, Mary McAleese y su marido.