La paternidad le ha llevado a que, en parte, este sea "el disco más optimista" de su carrera
La paternidad y su paso por el programa "A mí manera" junto a iconos de la música española le ha servido a David DeMaría para volver con optimismo y reivindicándose ante una parte de la industria a la que achaca haberse aprovechado de su talento o, al contrario, haberle subestimado.
"Sigo sintiendo que a mí no se me ha valorado. Gracias al programa he podido demostrar que si estaba allí es porque tengo 15 o 20 canciones muy conocidas por el gran público, que me han llevado como compositor a convivir con artistas que han sido un referente para mí", proclama el músico.
El mismo tono de reproche asoma cuando se le pregunta si ahora aceptaría una oferta para participar en otro exitoso formato de televisión y ser "coach" en "La Voz".
"Me duele que, tras 20 años y siendo el que más experiencia tiene entre las generaciones jóvenes, haya visto por delante mío a gente a la que le he escrito canciones, como a Malú, a Manuel Carrasco o a Vanesa Martín, a los que se ha valorado más porque era su momento. Por orgullo diría que no, que he dejado mi esencia en 'A mi manera', pero no soy tonto y veo lo bien que les ha ido a ellos", dice.
Sobre la mesa de la entrevista, con una radiante y luminosa portada captada en las salinas de San Vicente y de Santa María de su Cádiz natal, descansa la última tanda de canciones su producción personal, "Séptimo cielo" (Warner Music), que se publica hoy.
"El título, además de una de las canciones incluidas, alude a un estado real al que me ha llevado el equilibrio en mi vida y sobre todo la paternidad; aunque se duerma muy poco, es una felicidad plena", afirma.
Su nombre iba a ser "Capricornio", signo zodiacal de su autor, del productor (Javibu Colmenero, productor también de Vetusta Morla, con el que repite tras el previo "Otras vidas", 2013), del inicio de la gestación del álbum y del bebé que estaba por venir... Hasta que se adelantó y, por 12 horas, "salió sagitario".
La paternidad le ha llevado a que, en parte, este sea "el disco más optimista" de su carrera, aunque siga habiendo "algo de esa sensación de injusticia social y moral y de desencuentro" que había en su predecesor.
Su primer sencillo, "Y si te vas", se aproxima a los ritmos cubanos, fruto de sus múltiples viajes a la isla, "con un riff clásico de todo son" que pretendía ser, según cuenta, un homenaje a Radio Futura. "Quería que mis guitarras sonaran como 'Veneno en la piel'", cuenta.
Incluye un tema con pasajes en árabe, "Gotas de lluvia", que es "un canto a la libertad" y a la convivencia, y otro llamado "Donde nace la belleza" que sería su segundo sencillo ideal y en el que constata que "la reflexión romántica" apasionada es su seña de identidad.
Reconoce que, después de haber sido uno de los músicos más prolíficos y que más canciones ha entregado a otros, cada vez le cuesta más desprenderse de ellas.
"Tuve una época de sobreexposición en la que delegué mi vida artística, amistosa e incluso sentimental a la gente con la que trabajaba. Ahora me doy cuenta de que esperaban que vomitara algo para ir a registrarlo corriendo a la editorial y entregarlo, en ese momento a Operación Triunfo, que era el programa del momento", lamenta.
Él fue, por ejemplo, el autor de "La magia del corazón" de David Bustamante o de "Viviré, moriré", la balada con la que Manuel Carrasco a punto estuvo de ir a Eurovisión 2003 en lugar de Beth, que competía con "Dime".
"Creo que al final fue más una decisión de pasillo. Desde antes de la gala se pensaba que tenía que ser la elegida, porque era más comercial y la mía, demasiada arrebatada. Sé que quedaron muy igualadas en puntuaciones y me figuro que al final ganaría legalmente, pero como autor me hace ilusión saber que estuvimos ahí ahí", relata, quitándole hierro al asunto.
Asegura que a él no le han ofrecido nunca de forma directa ir a Eurovisión, a pesar de haber figurado en muchas encuestas de los "eurofans". Por si acaso, no le hace ascos a la posibilidad.
"Si se me respeta como compositor y se cree en la canción, no me importaría, pero nuestro estilo no convence para las puntuaciones; aún así, me gustaría reivindicar que somos españoles, que estamos más cerca de los africanos que de Noruega; a mí me mola 'Quién maneja mi barca'", sentencia DeMaría, que prosigue mañana su gira en el Teatro Auditorio Felipe VI de Estepona (Málaga).
