El presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, se defendió de las críticas realizadas por las diputadas del PP regional que le acusaron ayer de fomentar la prostitución tras su aparición en un programa de televisión nacional confesando que perdió la virginidad a los 18 años en un burdel. Revilla aseguró que 'hay problemas gordísimos' para tratar y no 'lo que hizo un pobre muchacho de 18 años en Bilbao'.
'No tengo flancos por los que me puedan atacar', aseveró Revilla, en declaraciones a Radio Nacional, y añadió que tales críticas son 'una desfachatez' y 'una hipocresía'. 'Lo hacían el 99 por ciento de los españoles en aquella época', se defendió el presidente cántabro al tiempo que estimó que sólo 'ha contado una experiencia con naturalidad'.
Así, el líder del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), aseguró que las críticas surgidas desde voces del Partido Popular tratan de recuperar el liderazgo en la región ya que 'no tienen otros argumentos'. 'Ellos ven que aquí tienen muy difícil volver a recuperar las mayorías absolutas, en una región que es fundamentalmente de derechas y el objetivo es desprestigiarme', opinó.
El presidente cántabro afirmó que 'lo grave' sería que fuera acusado de 'haber metido la mano en el cazo' pero no por contar 'una experiencia con naturalidad'. 'Es muy desagradable porque tenemos problemas gordísimos para tratarlos ahora y no lo que hizo un pobre muchacho con 18 años en Bilbao', reiteró.
Así, el líder del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), aseguró que las críticas surgidas desde voces del Partido Popular tratan de recuperar el liderazgo en la región ya que 'no tienen otros argumentos'. 'Ellos ven que aquí tienen muy difícil volver a recuperar las mayorías absolutas, en una región que es fundamentalmente de derechas y el objetivo es desprestigiarme', opinó.
El presidente cántabro afirmó que 'lo grave' sería que fuera acusado de 'haber metido la mano en el cazo' pero no por contar 'una experiencia con naturalidad'. 'Es muy desagradable porque tenemos problemas gordísimos para tratarlos ahora y no lo que hizo un pobre muchacho con 18 años en Bilbao', reiteró.
