El conocido club neoyorquino de striptease Scores, uno de los pocos de su tipo que quedan en Manhattan, cerrará sus puertas antes de que acabe el año agobiado por los efectos de la crisis económica en las cuentas de su adinerada clientela, según confirmaron sus dueños.
El club, situado en la calle 60, es conocido entre otros motivos por haber sobrevivido a múltiples redadas del FBI y a la cruzada que el anterior alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, emprendió contra todo lo que diera mala imagen de Manhattan.
Durante años, este club ha lidiado con todo tipo de denuncias e investigaciones policiales, pero también ha atraído a decenas de artistas, reconocidos deportistas y adinerados clientes como Madonna y Russell Crowe.
O incluso a todo el equipo de la NBA los Kincks, que celebraba allí algunas de sus fiestas, según recordó el diario Daily News en su edición digital.
Además de la crisis financiera, los medios locales apuntan que otra razón que ha propiciado la decisión del cierre es la posibilidad de que el club perdiera la licencia que le permite vender bebidas alcohólicas, después de que las autoridades se la retiraran a una sucursal de este club en el West Side de Manhattan.
Esa licencia fue retirada el pasado mes de mayo después de una redada en la que se presentaron cargos por prostitución contra varias bailarinas.
Elliot Osher, uno de los propietarios del establecimiento original, confirmó hoy que ya hay planes en marcha para que un nuevo club, con diferentes dueños, abra sus puertas muy cerca de Scores, bajo el puente Queensboro, que une Manhattan con Queens, una vez que éste haya cerrado.
Durante años, este club ha lidiado con todo tipo de denuncias e investigaciones policiales, pero también ha atraído a decenas de artistas, reconocidos deportistas y adinerados clientes como Madonna y Russell Crowe.
O incluso a todo el equipo de la NBA los Kincks, que celebraba allí algunas de sus fiestas, según recordó el diario Daily News en su edición digital.
Además de la crisis financiera, los medios locales apuntan que otra razón que ha propiciado la decisión del cierre es la posibilidad de que el club perdiera la licencia que le permite vender bebidas alcohólicas, después de que las autoridades se la retiraran a una sucursal de este club en el West Side de Manhattan.
Esa licencia fue retirada el pasado mes de mayo después de una redada en la que se presentaron cargos por prostitución contra varias bailarinas.
Elliot Osher, uno de los propietarios del establecimiento original, confirmó hoy que ya hay planes en marcha para que un nuevo club, con diferentes dueños, abra sus puertas muy cerca de Scores, bajo el puente Queensboro, que une Manhattan con Queens, una vez que éste haya cerrado.
