La Unión Nacional de Estudiantes Musulmanes Malayos, que cuenta con más de 10.000 seguidores en este país asiático, está presionando a los organizadores del concierto para que lo cancelen, alegando que el videoclip que promociona el evento es "demasiado obsceno", lo que chocaría frontalmente con las leyes islámicas. "Queremos que los organizadores cancelen el concierto, si no, pediremos a las autoridades que intervengan", aseguró el presidente del movimiento, Mohamad Hulmi Ramli, en declaraciones a 'Contactmusic' recogidas por OTR/Press.
'The Sweet Escape' tour de Gwen Stefani, que tiene prevista su parada en el estadio Putra de Kuala Lumpur el próximo 21 de agosto, incluye otros conciertos en esa parte del mundo que son mayoritariamente musulmanes, concretamente en Singapur, y, de momento, no ha surgido ningún problema similar al de Malasia. Del mismo modo, en Bangkok (Tailandia) donde, a pesar de ser un país cuya religión predominante es el budismo, existen también sectores importantes de musulmanes, la llegada de Gwen Stefani no ha supuesto controversia.
El pasado 28 de julio Gwen Stefani comenzó su primera gira en solitario por Australia, donde tenía previstas siete fechas prácticamente consecutivas, y que en las próximas semanas le llevará por varios destinos asiáticos y, posteriormente, europeos. La polémica levantada en Malasia no impidió que la cantante se tomara un rato libre para acompañar a su hijo, Kingston James McGregor Rossdale, de poco más de un año de edad, hasta la casa del mítico tenista Lleyton Hewitt en la capital australiana, Sidney, para que jugara un rato con la hija de éste. Parece que el terremoto creado dentro del Islam malayo no le quita el sueño.
