La tonadillera Isabel Pantoja, procesada por blanqueo de capitales, rompió a llorar ayer en el banquillo de los acusados en la Audiencia de Málaga tras recibir un mensaje por teléfono que le alertaba de la inminente paternidad de su hijo, Kiko. En un momento de la sesión, la artista ha manipulado el móvil discretamente para no ser llamada al orden por el magistrado presidente Federico Morales y, tras leer un mensaje, reaccionó con lágrimas en los ojos.
Las lágrimas de la tonadillera coincidieron con la declaración de una policía que relataba los bienes de Pantoja, al mismo tiempo que ella recibía un menaje que le informaba que estaba a a punto de ser abuela ya que su nuera, Jessica Bueno, fue trasladada ayer a un centro hospitalario de Sevilla. Tras taparse la cara, se limpió las lágrimas y ha vuelto a manipular el teléfono móvil con mucha discreción.
En la recta final de su embarazo, Jessica Bueno tenía cita con su médico el jueves pero ayer por la mañana tuvo que acudir al hospital, donde ingresó para para dar a luz. El bebé que espera podría ser una niña, y todo apunta a que el nombre elegido para la pequeña sea Ana. La pareja no puede estar más feliz y el propio Kiko Rivera publicaba ayer en su cuenta de Twitter una fotografía de ambos en respuesta a un amigo: 'Con la familia, con mi mujer, ¡lo más bonito que tengo!'.
En la recta final de su embarazo, Jessica Bueno tenía cita con su médico el jueves pero ayer por la mañana tuvo que acudir al hospital, donde ingresó para para dar a luz. El bebé que espera podría ser una niña, y todo apunta a que el nombre elegido para la pequeña sea Ana. La pareja no puede estar más feliz y el propio Kiko Rivera publicaba ayer en su cuenta de Twitter una fotografía de ambos en respuesta a un amigo: 'Con la familia, con mi mujer, ¡lo más bonito que tengo!'.
