Joe Wurzelbacher, el fontanero al que el candidato republicano a la Casa Blanca John McCain lanzó a la fama en el último tramo de la campaña electoral, no parece tenerle en gran estima y le califica de tremebundo.
En una entrevista con Glenn Beck, presentador de un programa conservador de radio, Joe el Fontanero, al que McCain convirtió en un emblema de su política impositiva y que participó en algunos mítines en las últimas semanas de campaña, afirmó que tras ver algunas de las cosas que ocurrieron durante el proceso se sintió sucio.
En concreto, indicó que mantuvo una conversación con McCain en el autobús de campaña sobre el plan de rescate financiero que el candidato había apoyado y que el Congreso aprobó en octubre, por un valor de cerca de 700.000 millones de dólares.
Le planteé un montón de preguntas sobre el plan de rescate, porque la mayoría de los estadounidenses no querían que se aprobara, explicó Wurzelbarcher.
Algunas de las respuestas me parecieron tremebundas, desde luego. Me enfadé. De hecho, después de hablar con él me quería bajar del autobús, declaró.
No abandonó la campaña, pese a que el candidato le parecía tremebundo, porque la idea de Barack Obama -el presidente electo de EEUUal mando me asusta todavía más.
Pero si el fontanero se mostró crítico frente al senador republicano, no tuvo más que elogios para la candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, la gobernadora de Alaska, a la que describió como el producto genuino.
Wurzelbacher saltó a la fama después de que, durante una visita de Obama a su pueblo en Ohio a mediados de octubre, le hiciera unas preguntas muy críticas sobre el recorte de impuestos que el entonces candidato demócrata proponía para quienes ingresaran menos de 250.000 dólares.
Pocos días después, McCain le citó al menos una veintena de veces en el último de sus debates contra Obama. En el último tramo de la campaña, Joe el fontanero participó en algunos de los mítines republicanos y se convirtió en uno de los símbolos favoritos de los simpatizantes de ese partido.
En concreto, indicó que mantuvo una conversación con McCain en el autobús de campaña sobre el plan de rescate financiero que el candidato había apoyado y que el Congreso aprobó en octubre, por un valor de cerca de 700.000 millones de dólares.
Le planteé un montón de preguntas sobre el plan de rescate, porque la mayoría de los estadounidenses no querían que se aprobara, explicó Wurzelbarcher.
Algunas de las respuestas me parecieron tremebundas, desde luego. Me enfadé. De hecho, después de hablar con él me quería bajar del autobús, declaró.
No abandonó la campaña, pese a que el candidato le parecía tremebundo, porque la idea de Barack Obama -el presidente electo de EEUUal mando me asusta todavía más.
Pero si el fontanero se mostró crítico frente al senador republicano, no tuvo más que elogios para la candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, la gobernadora de Alaska, a la que describió como el producto genuino.
Wurzelbacher saltó a la fama después de que, durante una visita de Obama a su pueblo en Ohio a mediados de octubre, le hiciera unas preguntas muy críticas sobre el recorte de impuestos que el entonces candidato demócrata proponía para quienes ingresaran menos de 250.000 dólares.
Pocos días después, McCain le citó al menos una veintena de veces en el último de sus debates contra Obama. En el último tramo de la campaña, Joe el fontanero participó en algunos de los mítines republicanos y se convirtió en uno de los símbolos favoritos de los simpatizantes de ese partido.
