El 'rey Jorge I' de Segorba, un municipio italiano en la frontera con Francia que se autoproclamó Principado en 1993, ha muerto a los 73 años, tras una larga enfermedad, informa este sábado el diario 'Il Corriere della Sera'.
Giorgio Carbone, verdadero nombre del 'soberano', falleció anoche en su casa de Segorba, en la provincia de Imperia, noroeste de Italia, y hoy será incinerado en Niza (Francia) y sus cenizas esparcidas, añade el periódico.
En su domicilio se instaló la capilla ardiente, con su cadáver vestido con el uniforme del Principado: chaqueta blanca, una banda azul cruzándole el pecho y la espada de los templarios a un lado.
A la muerte del 'rey Jorge', como lo llamaban los 320 súbditos de Segorba, la gente salió de sus casas entonando canciones y frases escritas por él, refiere el diario.
Giorgio Carbone era el responsable de una cooperativa agrícola cuando en 1993 creó la Seborga independiente de Italia y la proclamó Principado. Dos años más tarde, el territorio se hizo con una Constitución votada por los vecinos.
Para todo ello Carbone se basó en que, en 1748, los monjes cistercienses habían cedido Seborga a los Saboya, la familia que ostentaría la corona italiana en los siglos XIX y XX, pero el traspaso jamás llegó a ser ratificado.
Tampoco el Congreso de Viena de 1815 mencionó el municipio en la redistribución de los territorios europeos tras las guerras de Napoleón, ni en la unificación del reino de Italia (1861) se tomó en cuenta a Seborga.
'Ha sido una bella fábula nacida y muerta con el rey Jorge', dijo el alcalde del municipio, Franco Fogliarini.
No todos son, sin embargo, del parecer del alcalde, ya que Jorge I nombró ocho ministros que ya han reclamado al Tribunal de Estrasburgo que reconozca la independencia del burgo medieval, aduciendo que por qué San Marino puede ser independiente y Seborga no.
La idea del cooperativista, no reconocida por las instituciones europeas ni italianas, dio la vuelta al mundo y el 'rey Jorge' fue entrevistado por los medios de comunicación más destacados del mundo mientras gobernaba.
Después llegó la moneda del Principado, los 'luigines', los sellos con la efigie del 'soberano', los pasaportes firmados uno a uno por él, las matrículas de los coches y la bandera azul con la cruz blanca.
Giorgio Carbone nombró además embajadores en Francia, España, Bélgica, Inglaterra y Japón. Muchos estarán presentes junto a los Caballeros de la Corona y los del Sepulcro, priores y ministros, cuando el 5 de diciembre próximo y en la iglesia medieval de San Bernardo, se celebren las exequias.
En su domicilio se instaló la capilla ardiente, con su cadáver vestido con el uniforme del Principado: chaqueta blanca, una banda azul cruzándole el pecho y la espada de los templarios a un lado.
A la muerte del 'rey Jorge', como lo llamaban los 320 súbditos de Segorba, la gente salió de sus casas entonando canciones y frases escritas por él, refiere el diario.
Giorgio Carbone era el responsable de una cooperativa agrícola cuando en 1993 creó la Seborga independiente de Italia y la proclamó Principado. Dos años más tarde, el territorio se hizo con una Constitución votada por los vecinos.
Para todo ello Carbone se basó en que, en 1748, los monjes cistercienses habían cedido Seborga a los Saboya, la familia que ostentaría la corona italiana en los siglos XIX y XX, pero el traspaso jamás llegó a ser ratificado.
Tampoco el Congreso de Viena de 1815 mencionó el municipio en la redistribución de los territorios europeos tras las guerras de Napoleón, ni en la unificación del reino de Italia (1861) se tomó en cuenta a Seborga.
'Ha sido una bella fábula nacida y muerta con el rey Jorge', dijo el alcalde del municipio, Franco Fogliarini.
No todos son, sin embargo, del parecer del alcalde, ya que Jorge I nombró ocho ministros que ya han reclamado al Tribunal de Estrasburgo que reconozca la independencia del burgo medieval, aduciendo que por qué San Marino puede ser independiente y Seborga no.
La idea del cooperativista, no reconocida por las instituciones europeas ni italianas, dio la vuelta al mundo y el 'rey Jorge' fue entrevistado por los medios de comunicación más destacados del mundo mientras gobernaba.
Después llegó la moneda del Principado, los 'luigines', los sellos con la efigie del 'soberano', los pasaportes firmados uno a uno por él, las matrículas de los coches y la bandera azul con la cruz blanca.
Giorgio Carbone nombró además embajadores en Francia, España, Bélgica, Inglaterra y Japón. Muchos estarán presentes junto a los Caballeros de la Corona y los del Sepulcro, priores y ministros, cuando el 5 de diciembre próximo y en la iglesia medieval de San Bernardo, se celebren las exequias.
