A la mayoría de pasajeros les suelen obligar a quitarse los zapatos en el control de seguridad de los aeropuertos, pero con Heather Mills el asunto fue más allá. Los agentes sospecharon de su pierna ortopédica y le obligaron a quitársela para registrarla en busca de explosivos, comprobando así que la ex mujer de Paul McCartney no tenía intención de atentar contra nadie.
Heather Mills pensó que despojarse de los elementos metálicos era suficiente para pasar el control de seguridad del aeropuerto londinense de Heathrow, pero se equivocaba. Los agentes de seguridad quisieron asegurarse de que la ex mujer de Paul McCartney no podía cometer un atentado durante su vuelo, así que decidieron registrarle la pierna ortopédica en busca de explosivos.
Según informan fuentes de Music News, 'Heather estaba estupefacta. Parecía estar furiosa, pero se mordió la lengua. Se sentó negando con la cabeza y se levantó la pernera del pantalón para que el agente le retirara la pierna ortopédica y la comprobara'.
Por su parte, un responsable del aeropuerto ha declarado: 'Los agentes no podían ver su interior, así que tomaron muestras con un algodón. Habrían aplicado el mismo protocolo si algún pasajero hubiera tenido un brazo o una pierna rotos'.
Pero el asunto no terminó ahí, aparte de que Heather 'se sintió humillada al ver cómo mostraban su pierna ante el resto de pasajeros', aún tendría que enfrentarse a más dificultades antes de poder subir a su avión.
La que fuera mujer de Paul McCartney intentó acceder a una sala reservada a viajeros de primera clase, pero su nombre no estaba en la lista y por un momento pareció que Heather debería quedarse fuera y dar un gran rodeo para conseguir llegar hasta su avión.
'Le habían dicho que podía usar esa sala, pero por alguna razón el responsable de la puerta no tenía su nombre en la lista', ha declarado su representante al diario Daily Mirror. Ante tantos imprevistos, lo único que Heather acertó a decir fue: 'Por favor, dejadme pasar, he tenido un mal día'.
Finalmente, el asunto se arregló, y la mujer 'pudo acceder a una sala especial, pues de otra manera tendría que haber caminado durante bastante tiempo por la terminal' para llegar a la puerta de embarque.
Según informan fuentes de Music News, 'Heather estaba estupefacta. Parecía estar furiosa, pero se mordió la lengua. Se sentó negando con la cabeza y se levantó la pernera del pantalón para que el agente le retirara la pierna ortopédica y la comprobara'.
Por su parte, un responsable del aeropuerto ha declarado: 'Los agentes no podían ver su interior, así que tomaron muestras con un algodón. Habrían aplicado el mismo protocolo si algún pasajero hubiera tenido un brazo o una pierna rotos'.
Pero el asunto no terminó ahí, aparte de que Heather 'se sintió humillada al ver cómo mostraban su pierna ante el resto de pasajeros', aún tendría que enfrentarse a más dificultades antes de poder subir a su avión.
La que fuera mujer de Paul McCartney intentó acceder a una sala reservada a viajeros de primera clase, pero su nombre no estaba en la lista y por un momento pareció que Heather debería quedarse fuera y dar un gran rodeo para conseguir llegar hasta su avión.
'Le habían dicho que podía usar esa sala, pero por alguna razón el responsable de la puerta no tenía su nombre en la lista', ha declarado su representante al diario Daily Mirror. Ante tantos imprevistos, lo único que Heather acertó a decir fue: 'Por favor, dejadme pasar, he tenido un mal día'.
Finalmente, el asunto se arregló, y la mujer 'pudo acceder a una sala especial, pues de otra manera tendría que haber caminado durante bastante tiempo por la terminal' para llegar a la puerta de embarque.
