Sandra Ibarra: Juan Ramón Lucas y mi familia me han enseñado que el amor cura

La modelo Sandra Ibarra
'El cáncer puede destruir el amor o hacerlo más fuerte', afirma la modelo Sandra Ibarra, quien tras superar la leucemia en dos ocasiones ha aprendido junto a su actual pareja, el periodista Juan Ramón Lucas, que 'el amor cura'.
No obstante, la experiencia inicial de la modelo con la enfermedad destruyó su relación anterior, según confiesa en una entrevista, en la que añade que el amor es ahora su 'leitmotiv', la guía que ha marcado sus ocho años de relación con el periodista.

'Me quiere con todo, como soy. Porque el amor es así', reconoce satisfecha Ibarra, que superó los embates de la enfermedad gracias a la médula que le donó su hermano.

El amor en sus múltiples acepciones se ha convertido en su 'herramienta emocional': el de sus amigos y su familia, especialmente su madre, que fue su 'persona de apoyo', término que designa al familiar que acompaña y ayuda al enfermo en todo momento.

Porque la historia de Sandra se escribe con 'a' de amor, de aliento y de apoyo, gracias a los cuales ha mantenido intacta su forma de ser a pesar del cáncer: sigue siendo luchadora, perseverante, comprometida, chistosa y divertida, según la definen quienes la conocen más de cerca, y que ella misma describe en su libro autobiográfico 'Las cuentas de la felicidad'.

'Uno sabe que está curado cuando es capaz de escuchar su canción preferida y no llorar', explica. La música ha sido un ingrediente estimulante en los buenos y malos momentos de su enfermedad, que ha vivido intensamente con letras de los Secretos, Hombres G, Maná y Sabina, su 'banda sonora' particular.

'Hacemos nuestras las canciones', advierte. Sobre todo siempre imaginó escrita para ella la canción de Luz Casal 'Un nuevo día brillará'. 'Yo no sabía si iba a ver más 'rojos del amanecer' (en alusión a letra), ya era mi canción en el cáncer', asegura. Por eso cuando la artista compuso 'Vida tóxica' tras superar su primer tumor de mama, Sandra la emocionó cuando le dijo a la cantante: 'Tú ya hacías canciones para el cáncer'.

No por ser modelo ha vivido de forma más dramática el deterioro físico que conllevan la enfermedad y la quimioterapia: 'cuando estás luchando por tu vida, todo lo demás es secundario', reconoce, aunque ella se cuidaba y se arreglaba 'por dignidad' y porque le ayudaba a sentirse mejor.

'Tienes que quererte y cuidar tu autoestima' e imagen, pero 'no por ser modelo', advierte quien recibía a los médicos sentada, nunca tumbada, y con el camisón y el pañuelo siempre a juego, porque era su forma de 'lucha diaria', paso a paso.

De forma inconsciente siempre pensó en la recuperación, quería que 'las marcas de la enfermedad no se vieran'. 'Si haces eso es que empiezas a curarte' y a pensar en el futuro, 'es otra razón -asegura- de las ganas de vivir'.

Una energía que aún hoy se adueña de su día a día y que la impregna de aliento: 'Me niego a vivir con miedo, nunca pensé que iba a tener cáncer ni imaginé que iba a recaer'; por eso Sandra no contempla que pueda reproducirse 'una tercera vez, sería imposible vivir así'.

Porque aunque su enfermedad no es un capítulo aparte que quiera olvidar, sino algo que la ha reafirmado en su 'optimismo vital', cuando se tiene cáncer 'se para la vida'. 'Sentimos que somos imprescindibles y realmente no lo somos tanto', advierte, 'sientes que tu mundo' se detiene mientras el de los demás 'continúa'.

Por eso, para transmitir esperanza y ayudar a otros pacientes y a sus familiares, creó con el apoyo de Juan Ramón Lucas la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer, después de recibir en 2007 el Premio de la Asociación Española Contra el Cáncer, de manos de los Príncipes de Asturias.

Así profesionalizó el esfuerzo que llevaba años realizando en apoyo a organizaciones y enfermos. En ese momento encontró su 'leyenda personal', admite con una sonrisa.

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