Sergio Dalma celebra su éxito arropado por la elegancia de Tamara Falcó y Paula Vázquez

Foto: EUROPA PRESS
El catalán ha recibido un triple Disco de Platino y para tan emocionante acto, no han querido faltar algunas de sus fans más conocidas. Una particular alfombra negra sobre la que ellas pasearon demostrando -unas más que otras- su buen ojo a la hora de elegir modelito para un jueves por la noche.
Prendas clásicas conjuntadas con sofisticación y mucha clase. Así se dejó ver Tamara Falcó, que se decantó por un blazer negro a juego con unos originales leggings de tela y vinilo combinados con unos sencillos zapatos nude y un clutch rojo.

El mismo tándem pero con menos acierto fue el que eligió la diseñadora Vicky Martín Berrocal, que falló al decantarse por un 'total black' que no decía ni fu ni fa. El blazer también fue la opción de Arancha del Sol, que lo combinó con uno pitillos y una favorecedora camisa blanca. Très chic.

El negro fue el color estrella para la mayoría de las invitadas. Anne Igartiburu lo eligió en un vestido de estampado geométrico y vertigonoso escote en uve. La modelo Juncal Rivero también le rindió homenaje combinándolo con una original y colorida falda floreada y maxi bolso de mano en turquesa.

Dando un toque de luz, Laura Sánchez hizo su aparición con un precioso vestido en crudo por encima de la rodilla y manga francesa con un precioso motivo en forma de rombo, que conjuntó con unos peeptoe fucsia con maxi plataforma.

Por su parte Chenoa se decantó por un original vestido negro que dibujaba pliegues en amarillo limón. Muy guapa, aunque unas botas altas de ante no era el calzado que pedía ese diseño.

Paula Vázquez volvió a deleitar con un sugerente vestido rosa de inspiración lencera con un escote trampantojo en encaje que lució con un elegante blazer y botines.

MARISA JARA, SILVIA JATO Y EL EXCESO DE INFORMALIDAD


No. No es la entrega de los Goya pero aunque no haya dresscode, una cosa es apostar por la comodidad y otra muy diferente es ponerse ropa más apropiada para cualquier cosa menos para un evento de jueves por la noche.

No es que Marisa Jara fuera fea pero unos vaqueros y una camiseta blanca no dicen absolutamente nada. Con lo guapa que es, resulta toda una pena que no quisiese sacarse más partido.

Pero lo de Silvia Jato es que no tiene nombre. Y de verdad, lo que no tiene nombre conocido es esa especie de ¿jersey oversize-manta? horroroso que no le hacía justicia, combinado con una cazadora vaquera con forro de piel y unas botas nada apropiadas.

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