Las nuevas generaciones aterrizan en el mundo de la prensa rosa. Si Isabel Preysler ha sido siempre la 'reina de corazones', ahora le toca a su hija Tamara tomar el relevo y ayer se estrenaba en una entrevista en televisión. Tamara es la única hija que la filipina tiene con el Marqués de Griñón y se la conoce por su peculiar forma de hablar y su pose de 'niña bien'.
'Creo que tienen razón' declaró la joven de 25 años sobre los que le critican por ser 'pija', pero explica que ella intenta hablar más despacio, pero que luego suelta todo muy rápido porque quiere 'decir muchas cosas'. Durante su intervención, por la que confesó estar muy nerviosa, reveló que además de 'admirar' a su madre, su personaje histórico favorito es 'Robin Hood'.
Luciendo ropa de la nueva marca para la que trabaja, y para la que comenzará a diseñar una línea personal en poco tiempo, Tamara arrancó la sonrisa del público cuando confesó que ya no le gusta coger mucho el coche 'antes me gustaba, pero ahora...', bromeó la hija de Carlos Falcó en referencia a sus continuos accidentes. Dice que por culpa de sus 'problemas' a la hora de conducir se ríen 'demasiado' en su casa, en donde vive con dos de sus hermanos, Julio y Ana, y con su madre y 'tío Miguel', como llama a Miguel Boyer desde pequeña.
Pero a pesar de que ya es toda una empresaria, Tamara dice que no quiere independizare: 'me lo he planteado, pero con lo bien que vivo en casa está complicado'. Parte de la culpa de que esté tan cómoda en familia es la relación con sus hermanos. 'Con la que mejor me llevo es con Ana, porque siempre he vivido con ella' e incluso compartieron habitación durante toda su infancia 'y lo que me costó conseguir un cuarto para mi sola', señaló. También se lleva muy bien con su hermano Julio José 'que vive como un pachá', bromeó. Esta situación tiene muy contenta a su madre, que está feliz de volver a tener a muchos hijos en casa, pero explica que Boyer dice que a este paso habrá que cambiar la casa 'y hacer apartamentos'.
De momento, todos los hijos de la Preysler son muy independientes, y a excepción de Ana, que tiene 19 años y acaba de empezar la carrera, todos ya han escogido su camino. Tamara estudió 'Comunication' en Estados Unidos, sin embargo no le gusta mucho leer y confesó que el libro que está actualmente en su mesilla es 'Política Latinoamericana', pero asegura que aún no lo ha abierto: 'me lo dio tío Miguel y le dije, ¡ah! muy bien', explicó. Y es que finalmente se ha decantado por el mundo de la moda. 'He hecho prácticas que me han llenado mucho. Estuve en Zara, empecé de dependienta', apuntó.
SU MADRE, SU MEJOR AMIGA
En la entrevista concedida al 'Programa de Ana Rosa', recogida por Otr/press, también se le preguntó por Isabel Preysler, que pasados los 50 se mantiene como una jovencita. 'Sí que come, pero hace al menos un día a la semana sólo de fruta y cena siempre sopita', explica Tamara. De ella dice que 'es muy dulce', pero que puede llegar a tener mucho carácter, de hecho, cuando la presentadora le comentó que no se imaginaba a Isabel enfadada, Tamara contestó 'tía que suerte'. En este sentido Tamara reconoció que la última vez que se enfadó con su madre 'lloré porque no me dejó un vestido', reconoció. Pero en el fondo, aseguró, 'es mi mejor amiga, sé que suena a cliché, pero es la verdad'.
Además, contó que es muy duro tener una madre como la suya, que sabe como comportarse en todo momento y que representa la perfección, en el aspecto físico. 'En un concierto de Enrique no se creían que yo fuera su hija y mi madre encantada diciendo que tenía dos hijos más mayores', bromeó.
Luciendo ropa de la nueva marca para la que trabaja, y para la que comenzará a diseñar una línea personal en poco tiempo, Tamara arrancó la sonrisa del público cuando confesó que ya no le gusta coger mucho el coche 'antes me gustaba, pero ahora...', bromeó la hija de Carlos Falcó en referencia a sus continuos accidentes. Dice que por culpa de sus 'problemas' a la hora de conducir se ríen 'demasiado' en su casa, en donde vive con dos de sus hermanos, Julio y Ana, y con su madre y 'tío Miguel', como llama a Miguel Boyer desde pequeña.
Pero a pesar de que ya es toda una empresaria, Tamara dice que no quiere independizare: 'me lo he planteado, pero con lo bien que vivo en casa está complicado'. Parte de la culpa de que esté tan cómoda en familia es la relación con sus hermanos. 'Con la que mejor me llevo es con Ana, porque siempre he vivido con ella' e incluso compartieron habitación durante toda su infancia 'y lo que me costó conseguir un cuarto para mi sola', señaló. También se lleva muy bien con su hermano Julio José 'que vive como un pachá', bromeó. Esta situación tiene muy contenta a su madre, que está feliz de volver a tener a muchos hijos en casa, pero explica que Boyer dice que a este paso habrá que cambiar la casa 'y hacer apartamentos'.
De momento, todos los hijos de la Preysler son muy independientes, y a excepción de Ana, que tiene 19 años y acaba de empezar la carrera, todos ya han escogido su camino. Tamara estudió 'Comunication' en Estados Unidos, sin embargo no le gusta mucho leer y confesó que el libro que está actualmente en su mesilla es 'Política Latinoamericana', pero asegura que aún no lo ha abierto: 'me lo dio tío Miguel y le dije, ¡ah! muy bien', explicó. Y es que finalmente se ha decantado por el mundo de la moda. 'He hecho prácticas que me han llenado mucho. Estuve en Zara, empecé de dependienta', apuntó.
SU MADRE, SU MEJOR AMIGA
En la entrevista concedida al 'Programa de Ana Rosa', recogida por Otr/press, también se le preguntó por Isabel Preysler, que pasados los 50 se mantiene como una jovencita. 'Sí que come, pero hace al menos un día a la semana sólo de fruta y cena siempre sopita', explica Tamara. De ella dice que 'es muy dulce', pero que puede llegar a tener mucho carácter, de hecho, cuando la presentadora le comentó que no se imaginaba a Isabel enfadada, Tamara contestó 'tía que suerte'. En este sentido Tamara reconoció que la última vez que se enfadó con su madre 'lloré porque no me dejó un vestido', reconoció. Pero en el fondo, aseguró, 'es mi mejor amiga, sé que suena a cliché, pero es la verdad'.
Además, contó que es muy duro tener una madre como la suya, que sabe como comportarse en todo momento y que representa la perfección, en el aspecto físico. 'En un concierto de Enrique no se creían que yo fuera su hija y mi madre encantada diciendo que tenía dos hijos más mayores', bromeó.
