Italia sin periódicos

Hace 25 años... Zamora y Arconada se jubilan

Hace 50 años... Italia sin periódicos

Hace 75 años... Prohibido ejecutar en público

Hace 25 años... Zamora y Arconada se jubilan

-El popular cantante Manolo Escobar pone el broche de oro a las Fiestas de Orense con un multitudinario concierto en la rampa de Peña Trevinca, abarrotada con miles de personas que incluso ocuparon la avenida de A Saínza y la trasera del escenario en el que posiblemente sea el concierto con mayor afluencia de público celebrado jamás en Orense.

-El régimen de Ceaucescu coloca un muro de alambre de púas en la frontera de Rumanía con Hungría para evitar la constante fuga de rumanos de origen magiar hacia el país vecino.

-Los internacionales Zamora y Arconada se despiden de la práctica del fútbol con 34 y 35 años, respectivamente, después de 14 temporadas en la Real Sociedad, con la que llegaron a ganar dos Ligas y una Copa del Rey.

-(2) El equipo de taekondo infantil de Orense, segundo de Galicia.

Hace 50 años... Italia sin periódicos

-En Orense contrajeron matrimonio la bella señorita Lucía Saco Cid y el joven abogado don José Romero Rapela, de distinguidas familias orensanas. La nueva pareja fijará su residencia en Vigo.

-El cruce de las calles Capitán Cortés y Cardenal Quevedo en Orense es escenario de un espectacular accidente de circulación al chocar un camión y un Seat 600 que quedó totalmente calcinado al prender la gasolina. Afortunadamente los ocupantes de ambos vehículos pudieron ponerse a salvo antes del incendio, que causó la lógica alarma en la zona.

-Una huelga general deja a Italia sin periódicos durante 48 horas.

-Franco recibe en el palacio de El Pardo a los integrantes de la selección española de fútbol después de su triunfo en la Eurocopa.

-(1) Vázquez Gimeno reflexiona sobre fútbol.

Hace 75 años... Prohibido ejecutar en público

-Se encuentran en Orense, el inspector de Enseñanza Primaria, don Olimpio Liste Naveira, el teniente de Infantería don Luis Ramos Coleman y el alférez don Luis Trabazos.

-La situación en China para los británicos se está poniendo muy peligrosa y con un alto grado de tensión. La concesión británica en Shanghai está rodeada por los japoneses.

-El Gobierno francés prohíbe desde ahora las ejecuciones en público.

-Inglaterra se muestra "sumamente interesada" en establecer un acuerdo comercial con España .
-"Que se rompa la modestia de los gallegos para que sirva su historia de lección", dijo Franco en Lugo.

-Ayer se celebró la "Fiesta de la Banderita", antes denominada de La Flor. Está destinada a recoger dinero para los hospitales antituberculosos creados por el Caudillo.

Reflexión ante el fútbol

(1) La pantalla de televisión congregaba a su alrededor un apretado círculo de hinchas.El hechizo hacía presa en todas las caras. De vez en cuando, una exclamación, un grito. De pronto, un unánime rugido de indignación: ¡¡¡Árbitro!!!
-¡Si es un gol válido!
-¡No tiene idea de lo que es la ley de la ventaja! ¡Qué burro, Dios mío, qué burro! ¡Había que machacarle el cráneo!
La pantalla sigue animada con el dinamismo vertiginoso de las imágenes. Unas figuras se apelotonan ante la puerta defendida por un gigante.
La cámara hace zig-zag y de repente deja al sector dinámico y se detiene en un ángulo estático. El esférico ha entrado en la red. Se oye un alarido como entre los bosques de Kananga. Algunos espectadores dan un salto con los brazos tendidos. Están sofocados por la emoción. Alguien grita:
-¡Anúlalo! ¡Anda, árbitro, anúlalo!
Otro dice:
-¡Sí! ¡Di que hubo falta! ¡Pita, canalla, pita! ¡Sinvergüenza!
El círculo de espectadores gesticula, chilla, cambia de sitio. Solamente uno de ellos permanece imperturbable:
¿A usted no le gusta el fútbol?
Mucho.
Pues no lo entiendo. Le he visto en algunos partidos varias veces y usted era el que más chillaba. En cambio, aquí…
Porque he descubierto una cosa… Veo a la gente chillar y gesticular como energúmenos y me he hecho la siguiente reflexión: gesticular y gritar es feo, es de mal gusto. Los gestos y los gritos revelan mala educación y convierten el hombre en una especie infrahumana. Luego, yo no debo gritar ni gesticular. Así, mi actitud es más elegante y más digna, porque parezco más humano. ¿Usted qué opina?
Que también los tombolistas de la Alameda debieran hacerse esa reflexión.
(V. Gimeno, 1964)

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