Cuatro tiempos 21/03/2009

Más árboles, menos cemento

Hace 25 años... Un arreglo a la catedral

Hace 50 años... Fuga de película

Hace 75 años... Detenidos ocho militares en Madrid

(1) Nada menos que seiscientos alumnos del Colegio de O Couto participaban en 1984 en la plantación de árboles, con lo que celebraban el ‘Día del Árbol’. Un día con mucha historia que en los primeros años del siglo XX se convertía en un acontecimiento en cualquier aldea en la que hubiera una escuela. Participaban las autoridades locales, con el cura y el maestro a la cabeza, se plantaban árboles de especies que llegarían a ser altos y hermosos y se acababa el ‘día’ con una merienda o un buen chocolate.

Con esta ceremonia tan sencilla, niños y mayores asimilaban que tener árboles cerca era bueno y bonito para ellos y para la naturaleza, aunque aún no conocieran la palabra ecología.

Los alumnos del Colegio de O Couto, que en 1984 plantaban árboles en el patio de su colegio y en las calles de su barrio, seguramente se llevarían una desilusión al comprobar que el patio del actual colegio público del barrio, en el que posiblemente estudian sus hijos, es una horrorosa pista de cemento sin un solo árbol que les dé sombra, frescor, frutos y les alegre la vista. Pero el caso del Colegio de O Couto no es único, hay ejemplos si cabe más sangrantes como el de Cea, en pleno campo, por eso los considero más sangrantes, sin un solo árbol.

Cuando le pregunté a un director de colegio porque esa fobia al árbol, porqué los niños tienen que pasar gran parte del día en un espacio tan feo, áspero y duro, la respuesta fue que no plantaban árboles para que los niños no se lastimaran...

¿Puede haber disparate mayor? ¿Las APAS no tienen nada que decir? Claro que los pobres niños ya se acostumbran a esa estética horrorosa desde pequeñitos. Se podría hacer una extensa lista de parques infantiles públicos en los que los niños y mamás se achicharran en verano, porque el que diseñó el parquecito no pensó en los árboles.

En este caso el modelo más terrorífico sería la guardería infantil del Polígono de San Cibrao das Viñas, castigado duramente por el sol durante gran parte del año y sin un solo árbol. Eso explica que, a pesar de pasar por allí casi todos los días, resulta imposible ver a un niño en el patio.

¿Qué les habrán hecho los árboles a todos esos enseñantes y diseñadores de espacios públicos para que los odien tanto?

Hace 25 años... Un arreglo a la catedral

21 de marzo de 1984

-Finalizan las obras de restauración de la Catedral de Orense después de cinco años de trabajos en los que se invirtieron 123 millones del pesetas. Más de cinco mil metros cúbicos de piedra que ocultaban gran parte del cimborrio fueron retirados de la parte superior, se restauraron torres, cubiertas, cuerpos góticos y capillas, entre ellas la del Santo Cristo; y se despejó el gran rosetón de poniente, antes tapiado, sobre la plaza de San Martín, esta última la acción que suscitó más polémica, pues hubo quien pidió una vidriera gótica, solución que fue desechada por los restauradores que trabajaron bajo la dirección del arquitecto Francisco Pons-Sorolla y Arnau.

-(1) Alumnos del Colegio Público de O Couto, plantan árboles en el barrio y en el colegio.


Hace 50 años... Fuga de película

21 de marzo de 1959

-El escritor orensano Ramón Otero Pedrayo es el encargado de leer el pregón de la Semana Santa en Lugo.

-Javier Dacosta Rey, alias ‘El Marca’, de 26 años, se fuga de la Prisión provincial de Orense, donde cumplía condena por diversos delitos, entre ellos dos de robo. Al parecer utilizó una barra metálica de la cama de su celda para abrir un boquete en el techo, accediendo a la vivienda del director de la cárcel y a una zona sin vigilancia.

Una vez allí utilizó una cuerda que confeccionó con la colchoneta de su cama para descolgarse por la fachada y huir. El fugado, que hoy iba a ser trasladado al penal de Dueso (Santander), ya protagonizó otra fuga cuando era conducido a los calabozos del Gobierno Civil, siendo apresado en las márgenes del río Barbaña.

Hace 75 años... Detenidos ocho militares en Madrid

21 de marzo de 1934

-En Amoeiro santificaron sus amores la bella Angelita Rodríguez y el industrial Javier González Castro. Lo celebraron en la casa solariega de los tíos de la novia, señores de Sotelo.

-Detenidos en Madrid tres capitanes y cinco tenientes por enviar un álbum al general Sanjurjo adhiriéndose a su persona y felicitándolo en el día de su santo.

-La cultísima licenciada en Filosofía y Letras de Ribadavia, Ángeles Díez Vicente, ha obtenido el puesto de honor en la oposición a la cátedra del Colegio de Huérfanos ferroviarios de Madrid.

-Nuestro redactor deportivo don Alfonso Vecino salió para Lisboa, donde asistirá al partido que se enfrenta en el campo de fútbol a las selecciones de España y portugal.


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