Los bolsos más icónicos de la historia de la moda

UNIVERSO PERSONAL Desde que la humanidad existe como tal, siempre hemos sentido la necesidad de contar con complementos en los que almacenar nuestras cosas. Semillas en la época prehistórica, monedas cuando el dinero llegó para sustituir al trueque… De hecho, la prueba más antigua está en los jeroglíficos del Antiguo Egipto, donde los hombres portaban una bolsa atada a la cintura. Con los años, estos “recipientes” se han ido llenando de cables, teléfonos y “porsiacasos” en su interior, al tiempo que el diseño y la creatividad comenzaban a darle forma a su exterior. Hoy, los bolsos son una de las prendas más idolatradas de la industria y de las más queridas por las amantes de la moda. En las últimas décadas, grandes firmas y casas de moda han convertido en icónicos varios diseños dentro de la indumentaria femenina, si bien cada vez son más los hombres que se animan a echarse un asa al hombro y lucir todo tipo de bolsos, portando su propio universo en unos cuantos centímetros cúbicos. Hacemos un repaso de los modelos más aclamados de la historia de la moda, objeto de deseo de las más fetichistas y de los bolsillos más acaudalados. EL 2.55 Añadir un asa de cadena a un bolso de mano popular de la época fue uno de los grandes aciertos de Coco Chanel. Con esta propuesta revolucionó la moda de los bolsos de noche en febrero de 1955, año que le da nombre al bolso más famoso de la moda: el 2.55. En este diseño, la artista de la aguja plasmó su amor por los caballos imitando en la textura acolchada las chaquetas típicas de los jinetes. Con este simple gesto, le dio a las mujeres una mayor comodidad para socializar en los eventos al dejar sus dos manos libres. Karl Lagerfeld completó la revolución en 1983 añadiendo el icónico cierre con las dos C cruzadas. HERMÉS Y SUS MUSAS La segunda marca de la lista de los bolsos más codiciados es la casa francesa Hermés, que bautizó a sus dos diseños más afamados bajo el nombre de dos de sus musas. Kelly, en honor a la princesa de Mónaco, nació como “Sac à dépêches” destinado al mundo ecuestre. Pero fue la musa de Hitchcock y posterior esposa del rey Rainiero la que lo lanzó mundialmente a la fama. En agradecimiento, Hermés le cambió oficialmente el nombre en el año 1977. Siete años más tarde, tras un encuentro del director ejecutivo de la firma con la cantante Jane Birkin en el que la musa de Serge Gainsbourg se quejó de no encontrar una cartera de piel que puediera contener todo lo que necesitaba portar, nació el modelo Birkin, uno de los más codiciados con un precio que oscila actualmente entre los 7.000 y los 100.000 euros y con una lista de espera que puede llegar a más de un lustro. AMAZONA En la lista de los bolsos más codiciados de la historia de la moda no podía faltar la presencia española. La gran tradición en marroquinería de España tiene su culmen en la firma Loewe, con casi dos siglos de historia que han exportado desde su estudio grandes objetos de deseo para la industria. Es el bolso Amazona, diseñado por Dario Rossi en 1975, uno de los más conocidos. La grandísima calidad de sus materiales lo convirtió en objeto de lujo y una de las amistades más controvertidas de Hollywood lo alzó a la categoría de mito. Cuenta la leyenda que el escritor Ernest Hemingway quiso demostrar su devoción por Ava Gardner regalándole uno de estos bolsos. El resto es historia. BOLSO REAL En 1994, Dior lanzó al mercado el bolso Chouchou. En una visita de Diana de Gales a París, la primera dama de entonces, Bernadette Chirac, mandó regalarle un ejemplar de este complemento. Convertida ya en un icono pop, la entonces princesa británica lo estrenó en un acto pocas semanas después y lanzó al estrellato las ventas de la firma francesa. Dos años después, la marca de alta costura lo rebautizaba como “Lady Dior”. NO APTOS PARA TODAS Cualquiera de estos bolsos icónicos o de otros que podrían entrar en la lista -como el Speedy de Louis Vuitton, el Baguette de Fendi o el Jackie de Gucci- llevan colgadas etiquetas con varios ceros plasmados, por lo que no son especialmente aptos para todos los públicos. Por fortuna, cualquiera de ellos ha servido de inspiración para incontables bolsos lanzados por las marcas que visten las calles.