O Churrasco de Rubiáns, el paraíso para los incondicionales

Cuando llegué me acordé de los dibujos animados de Pedro Picapiedra, cuando le servían directamente en el coche una costilla de dinosaurio. O Churrasco de Rubiáns se reinventó con la pandemia y creó el “Churrascar”, que no es un verbo que signifique que te churrascan la comida, sino un servicio de venta directa sin bajar del automóvil de raciones de churrasco de ternera, de cerdo o de otras carnes a la parrilla que forman parte de su especialidad.

El establecimiento se encuentra en la carretera de Pontevedra a Vilagarcía, en Rubiáns, parroquia famosa por el pazo que en su interior alberga uno de los jardines botánicos más interesantes de Galicia, en el que se pueden ver el primer ejemplar de alcanforero plantado en Europa y unos de los primeros eucaliptos, además de una gran variedad de camelias.

Volviendo al restaurante, cuenta con un amplísimo comedor y una cocina capaz de abastecerlo, con parrilla para carnes (ternera, vacuno mayor, pollo, conejo, cerdo…) y pescados. También hay menú del día. Nosotros éramos tres y pedimos una muy generosa fuente mixta que incluye chorizo normal, criollo, churrasco de cerdo y de ternera, que venía acompañada de patatas fritas. En resumen, un servicio bien atendido y comida abundante y bien hecha en un ambiente muy popular, sin grandes lujos y unos precios muy contenidos, con la opción, para quien quiera irse de picnic, de echarse la comida al coche y salir al monte o a la playa.

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