EN EL MUNDO

Córcega: una montaña en el mar Mediterráneo

corcega_result

Pero Córcega no es únicamente un paraíso natural, con playas y acantilados espectaculares, además de ciudades y pueblos de gran belleza. También es una tierra con un rico patrimonio cultural que refleja su historia compleja por la que pasaron Fenicios, Griegos, Etruscos, Foceanos, Cartagineses, romanos, bárbaros, bizantinos y Sarracenos

Aunque es la más montañosa; en realidad, puede decirse que Córcega es una montaña en el mar, con cumbres que superan los 2000 metros de altura – el punto culminante está a 2710 metros -. Y posee un patrimonio natural único, de hecho, muchas de sus riquezas naturales han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, en un intento por conservar una isla salvaje, apuesta por un turismo sostenible, evitando el turismo de masas. De hecho, en el litoral corso no existen esas grandes cadenas hoteleras ni esos enormes edificios de bloques que destruyen el paisaje.

Pero la riqueza natural de Córcega no se reduce a sus montañas. También están los bosques de pinos que rodean lagos de altitud, los pastos alpinos, el monte bajo inexplorado, los viñedos, los 25 ríos que la recorren – es la isla más irrigada de la cuenca mediterránea - y los más de 1000 kilómetros de un litoral variado, con 200 playas de arena fina. La Costa oeste es la más salvaje, la más recortada, con esos profundos acantilados de pórfido rojo y de caliza blanca, esos cañones de granito; y el litoral este está recorrido por la larga planicie de Aléria.

Los amantes de la naturaleza están de enhorabuena porque en Córcega es un lugar ideal para hacer senderismo. En las múltiples rutas de senderismo que hay puede observarse la variedad de paisajes y apreciarse la inmensa riqueza natural de la isla. Está la famosa ruta GR20, espectacular, pero de las más duras de Europa, que cruza la isla de noroeste a sureste recorriendo el corazón del Parque Natural, y posee 15 etapas.

Pero Córcega no es únicamente un paraíso natural, con playas y acantilados espectaculares, además de ciudades y pueblos de gran belleza. También es una tierra con un rico patrimonio cultural que refleja su historia compleja por la que pasaron Fenicios, Griegos, Etruscos, Foceanos, Cartagineses, romanos, bárbaros, bizantinos y Sarracenos. La isla está llena de huellas y testimonios de su pasado: ruinas prehistóricas (los menhires antropomorfos de Filitosa o los «Castelli » de l’Alta Rocca); la ciudad antigua de Aléria con sus murallas griegas, su necrópolis prerromana o su villa romana; iglesias románicas y barrocas, palacetes; o las ciudadelas, los bastiones y las torres genovesas que se encuentran por todo el territorio.

Por otro lado, está la artesanía y la gastronomía de Córcega. Es tierra de artesanos reconocidos que fabrican navajas, aceites esenciales u objetos de coral rojo. Y también es tierra de vinos, aceite de oliva, charcutería, quesos…productos de calidad, muchos de ellos con Denominación de Origen. Posee una gastronomía en la que se alían autenticidad y tradición, como lo muestran especialidades de charcutería artesanal: el figatellu (salchica con higado, carne y yerbas) o el prisuttu (jamón salado); o los quesos corsos, suaves o picantes, como el brocciu. También los productos ligados al mar: mariscos y pescados, como los calamares rellenos o las langostas. Y, por supuesto, no podemos olvidar que la isla de Córcega posee un clima ideal para cultivar viñedos, que se extienden por todo el litoral, y producen unos vinos exquisitos.

Te puede interesar