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El disco que llevó la poesía gallega a la música ligera

PARDO

El próximo noviembre se cumplen cuarenta años de la publicación del disco “Miña nai dos dous mares”, de Juan Pardo. Su irrupción en la escena musical causó una honda impresión en una sociedad que estaba a punto de estrenar la transición y que escuchaba por primera vez a Ramón Cabanillas y a Eduardo Pondal a ritmo de música ligera.

Todavía no se había cumplido el primer aniversario de la muerte de Franco cuando la discográfica Ariola saca al mercado el disco de Juan Pardo, "Miña nai dos dous mares". El cantante ferrolano, que ya llevaba más de una década en los escenarios con éxitos en solitario o formando parte de grupos como Los Pekenikes, Los Brincos o el dúo Juan y Junior, había dado un triple salto mortal con su primer LP íntegramente en gallego, en el que musicaba a poetas como Pondal y Cabanillas e incluía el himno gallego, aunque sin la letra.

A finales de noviembre, trasladaba a la capilla del Hostal de los Reyes Católicos la presentación oficial del disco. A la concurrencia habitual en estos casos, se sumaron una de las hijas de Ramón Cabanillas y un sobrino nieto: Pio Cabanillas, quien fuera ministro de Información y Turismo y que estaba, en aquellos momentos fundando el Partido Popular, junto con José María de Areilza.

El éxito del disco fue rotundo. La crítica lo alabó desde el primer momento por el rigor técnico de la producción, obra del propio Juan Pardo, por el trabajo musical y por la elección de los poemas a los que puso música, de Cabanillas, de Pondal, de su amigo Antonio D. Olano. El álbum contó con otra colaboración excepcional, la del pintor Tino Grandío autor de la portada y las ilustraciones del interior. Con un público incondicional tras una trayectoria consolidada, también gozó del éxito de ventas. 

Críticos

Pero no todo fue un paseo de rosas. La intelligentsia  galleguista de la época lo criticó agudamente por oportunista o por ser un protegido de una clase política que a ellos les había puesto trabas.
Una carta, firmada por 33 artistas, censuraba sin rodeos el momento y el modo elegidos por Juan Pardo.

“Miña nai dos dous mares” supuso la irrupción de la poesía gallega en la música ligera. El gallego ya había alcanzado las listas de éxitos de la mano de Andrés Dobarro unos años antes, con dos canciones producidas por el propio Juan Pardo: O Tren, y Corpiño xeitoso. Y la poesía gallega ya estaba presente en los vinilos de cantautores como Amancio Prada y Luís Emilio Batallán, y había subido a los escenarios más contestatarios con los miembros de Voces Ceibes. Pero el álbum de Juan Pardo representó un hito por llevar poesía y gallego a los escenarios de toda España y al público mayoritario.

La carrera de Juan Pardo seguiría a partir de esa fecha más vinculada a Galicia. Se retiró de la vida musical a principios de la década pasada para dedicarse de lleno a la pintura. Rehúye entrevistas y solo volvió a los escenarios para apoyar a su hija Lys Pardo cuando lanzó su disco “De familia”.

Mientras se vendían los primeros discos de “Miña nai dos dous mares”, en España se aprobaba la Ley de la Reforma Política, el 18 de ese noviembre. A la semana siguiente, era borrada, literalmente, la asignatura de Formación del Espíritu Nacional, del plan de estudios del bachillerato unificado polivalente, el BUP, en medio del primer trimestre de clases. Algo empezaba a cambiar en España.
 

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