Bajo la modesta apariencia de una pequeña casa de comidas se esconde un auténtico tesoro gastronómico para quienes quieran acercarse a la cocina mexicana más sincera y natural. Pepe Esteban y María del Carmen abrieron este negocio el verano del año pasado y ya se ha convertido en uno de los clásicos de Celanova gracias a su capacidad para ofrecer un interesante repertorio de la cocina popular y tradicional mexicana, representando los sabores de buena parte de su tan extensa geografía como rica gastronomía. Y aunque la materia prima principal (pollo, cerdo, ternera) son gallegos, el resto de los ingredientes y el arte de componerlos para convertirlos en moles, enchiladas, quesadillas, cochinita, chamorro, costillitas, tacos, fajitas… son puro México, no del que se encuentra en esos locales tex mex que se mueven por el tópico más que por lo que se encuentra cuando se viaja por aquellas tierras.
Las raciones son abundantes y vienen acompañadas con las salsas que cada día se elaboran siguiendo una gradación que va desde las más suaves a las que hay que echarle valor para encarar un picante de mucha enjundia. Además de los vinos gallegos y de otras tierras españolas, en el terreno de la bebida cuenta bebidas clásicas del país del que este restaurante es una verdadera embajada de sus sabores: cervezas, tequila, mezcal y las aguas de sabores. Buena comida, buen servicio y buen precio.
