Entrenamiento y ayuno intermitente

En los últimos años, el ayuno intermitente ha supuesto toda una revelación en el mundo de la salud. Al escuchar este concepto, muchos pueden pensar que se trata de algo complejo, pero el ayuno intermitente simplemente significa incluir de forma periódica periodos más prolongados de ayuno.

De hecho, en mayor o menor medida, todo el mundo ayuna, desde la última comida del día hasta la primera comida del día siguiente. Sin embargo, sí que es cierto que en muchas ocasiones realizamos la última comida del día muy tarde y la primera muy temprano, por lo que ese tiempo de ayuno se reduce mucho más de lo que debería ser naturalmente. Por lo tanto, la idea de este metodología, es alargar este espacio de ayuno, dejando más espacio entre comidas.

¿Por qué es interesante aumentar el tiempo de ayuno? Pues bien, está demostrado que eleva la autofagia1, reduce la inflamación y el estrés oxidativo, mejora la flexibilidad metabólica, la sensibilidad a la inisulina, aumenta el metabolismo y la producción de hormonas de crecimiento y podría incluso llegar a reducir el riesgo de cáncer. Además, de todos estos beneficios a nivel fisiológico, también podemos ver como nos afecta positivamente a nivel psicológico, ya que realizar menos comidas implica menor estrés y una mayor liberación mental, sin tener que estar pensando en como organizar todas las comidas del día.

¿Y cómo podemos iniciarnos de forma sencilla en el ayuno intermitente? Bueno, pues una forma sencilla de hacerlo sería desayunando un poquito más tarde o adelantando un poco la cena (o ambos). En relación con la pérdida de peso, no es que directamente el mero hecho de ayunar implique vayamos a perder peso, pero sí qeu se ha comprobado que al reducir la ventana de alimentación (menos comidas) las personas tienden a comer menos ya que se sacian antes, así que sin darse cuenta, consiguen bajar de peso con menos sensación de restricción calórica. En cuanto al aumento de la masa muscular, no se observan diferencias entre sujetos que realizan ayuno intermitente en comparación con aquellos que siguen una dieta con un mayor número de comidas.

¿En qué grado influye el ayuno intermitente a la hora de entrenar? No debería suponer ningún inconveniente, aunque el glucógeno(2) hepático pueda haber bajado, nuestras reservas de glucógeno muscular estarán intactas, por lo que tendremos la energía suficiente para entrenar. Aunque debemos saber, que entrenar con niveles un poco inferiores de glucógeno puede ser interesante a nivel de impulsar ciertas adaptaciones en nuestro organismo.

Ten en cuenta que...

En un principio, el ayuno intermitente es para todo el mundo, sobre todo si hablamos de ayunos de entre 12 y 16 horas, para nuestro organismo es algo normal y está adaptado para ello, incluso se ha estudiado en pacientes con diferentes patologías (diabetes, enfermedad coronaria, cáncer, ...). Sin embargo, no es recomendable realizar ayunos más prolongados en el caso de niños, mujeres embarazadas o que estén dando el pecho, personas que hayan padecido algún tipo trastorno de la conducta alimentaria (puede que no sea del todo recomendable).

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