Joyas mimadas

¿Cuál es la historia de la marca? Lemoyne Concept surge de manera espontánea. Desde muy pequeña me recuerdo con pendientes, anillos y pulseras hechas en muchas ocasiones por mí. Siempre he ido en busca de abalorios y piezas que me permitieran poder crear los diseños que me venían a la cabeza. Después, mis familiares y amigas me pedían si podía hacerles esos diseños. Actualmente trabajamos con artesanos increíbles y esto es el resultado de un trabajo en conjunto. ¿Cuál es la filosofía de la marca detrás de cada pieza? Volver al “hecho a mano” siempre con proximidad, calidad e identidad propia y seguir dando valor a lo realmente autentico y único alejándonos del fast fashion creando piezas que llevemos durante mucho tiempo. ¿Cómo es el proceso de diseño y creación? Todo empieza con una libreta. Recortes de fotos y telas. Dibujos y bocetos. Es entonces cuando vamos dando forma a esas ideas iniciales hasta que van cogiendo forma. Una vez que tenemos la idea y diseño claro nos ponemos en marcha en la elaboración de los prototipos necesarios hasta dar con la pieza perfecta junto a nuestros artesanos. Revisamos minuciosamente cada pieza y la usamos durante meses para valorar la calidad. Unas piezas salen bien de forma más natural y otras nos hacen sufrir un poco más. Una vez nos enamora a nosotras, está lista para ver la luz. No sabemos vender lo que no nos gusta. Las vivencias, los viajes y los recuerdos, son aquello que inspira cada una de nuestras piezas. Por ejemplo, ahora tenemos un colgante de pez que se inspira en el negocio familiar desde hace ya más de tres generaciones. O nuestro collar “mom”, que surgió como regalo a nuestras amigas que empiezan a ser madres y ahora se ha convertido en uno de los favoritos. En nuestros looks diarios o especiales, ¿damos a las joyas la importancia que se merecen? En nuestro caso, sin dudarlo. En mi caso, me encanta vestir con básicos para poder complementar los looks de muchas formas diferentes con joyas especiales. También porque pensamos que un look cambia completamente si lo complementamos con una pieza especial. Es cierto que la gran oferta de bisutería ha dañado la importancia de tener piezas de calidad para complementar los looks. Una joya de calidad tiene también un valor emotivo alto, ya que ha podido ser un regalo o puedes asociarla a un momento especial en la vida. Al hablar de tendencias solemos centrarnos sobre todo en la ropa. ¿Influyen también en los complementos? No somos fieles seguidoras de tendencias, sino que nos guiamos por lo que nos apetece crear esté o no de moda. Nos gusta lo artesanal porque nunca pasa de moda y siempre es especial. ¿Contáis con un cliente ya definido? ¿Cuál es el estilo de la gente que compra vuestras piezas? Esta quizás es la pregunta más difícil de responder. Porque por más que hemos intentado definir ese “target” hemos llegado a la conclusión de que no lo tenemos en lo que se refiere sobre todo a edad. Creemos principalmente que nuestros clientes han llegado a nosotras porque comparten nuestra filosofía de marca y les gusta lo que hacemos. Son, en su mayoría, mujeres pero cada vez son más hombres los que hacen sus pedidos para regalar o para ellos (esto es algo que en los últimos meses nos ha sorprendido bastante y nos encanta). En vuestro catálogo contáis también con cerámicas etc... ¿De qué forma se retroalimentan y complementan todos los productos? Nos gusta pensar en diferentes piezas hechas de distintos materiales siempre con la condición de que sea fabricación lenta y en España. Hace años que incorporamos la cerámica a nuestras piezas de joyería porque el resultado son piezas únicas y especiales. El principal motivo por el que trabajamos con cerámica es porque nos gusta mucho este material, que ha sido un gran olvidado en los últimos años. Es un material que bien trabajado es muy noble. El oro y el barro son productos totalmente complementarios. De todos modos nos gusta cualquier material noble, que se pueda trabajar bien y dé un buen resultado en nuestros productos, tanto en aspecto, como en durabilidad. También trabajáis textil con chaquetas, bolsos o carteras. ¿Cuál es la línea que seguís en este apartado? Nos encanta el mundo del textil. No es nuestro fuerte porque hay marcas que ya hacen un trabajo excelente. Si bien es cierto que el hecho de gustarnos tanto nos ha llevado a hacernos alguna cosa para nosotras que finalmente han acabado en Lemoyne de forma ocasional. Hemos tratado de hacer algo especial en este aspecto. Prendas o complementos para momentos concretos. Al igual que con las joyas, en textil pensamos muy bien qué es lo que queremos hacer ya que nos esforzamos para que sean piezas especiales y de buena calidad. ¿Por dónde creéis que pasa el futuro de la moda? Desde nuestro punto de vista, el futuro de la moda va de la mano de la sostenibilidad y las producciones pequeñas. En nuestro caso no hacemos colecciones por temporadas como tal, sino una colección que va evolucionando. Vamos sacando productos cuando están listos para ver la luz. En los últimos años estamos volviendo a los orígenes, a frenar el ritmo y a ser conscientes de aquello que consumimos. ¿Qué papel ha de jugar lo hecho a mano dentro de este futuro? Creemos que por fin las personas nos hemos dado cuenta de la importancia de los productos que se hacen despacio, uno a uno. Los talleres con los que trabajamos son muy pequeños, todo se hace de manera manual.