La moda en el mundo se adapta a los paisajes estivales

Diferentes modelos.
photo_camera Diferentes modelos.
Históricamente, son varios los lugares de costa más buscados del verano y cada uno de ellos cuenta con una evolución, arquitectura y cultura que ha ido perfilando el estilo de las prendas que sus turistas eligen para visitarlos. desde los aires blancos de Ibiza hasta las camisas floreadas del caribe, la estética varía dependiendo del destino que marque tu itinerario vacacional

A donde fueres…

El mar es salud. Los efectos del agua salada sobre el bienestar físico y mental están más que demostrados y fue con ese propósito con el que los aristócratas trasladaban sus residencias estivales a pie de costa. El mar, medio de vida para miles de trabajadores que habitaban aquellas zonas durante el resto del año, se convertía durante unos meses en el recreo de unos pocos. En España, la del Sardinero en Santander era la playa más buscada de las clases más pudientes. Eran mediados del siglo XIX y, por supuesto, al mismo ritmo que se popularizaba entre ricos este hábito se desarrollaba también una forma de vestir específica para él y que en cada zona comenzó a tener sus propios rasgos. 

No sería hasta 100 años más tarde, en torno a 1960 cuando naciese en España la clase media y las playas perdieron la exclusividad para llenarse de neveras, tortillas y familias de lo más variadas. Hoy, ir a la playa está al alcance de prácticamente cualquiera y cada uno lo hace de la forma en la que sus circunstancias se lo permitan. Pero existen todavía unos rasgos característicos que llevan a muchas a adaptar las prendas que meten a su maleta dependiendo de cuál sea el destino que figura en sus navegadores.

Costa Azul

Los años 20 convirtieron a localidades como Niza, Cannes o Saint-Tropez en símbolo del glamour y destino favorito de los personajes más chic del momento y alzaron el uniforme de estilo navy como el obligado para pasear por sus playas y calles. Camiseta de rayas, sombrero de paja y shorts vaqueros son las tres prendas clave de este destino de cine. 

California

El festival de Coachella es la simbiosis que da forma a la relación entre California y moda. El ganchillo, las minifaldas, las botas de cowboy y los flecos componen el look más californiano, que ha traspasado las fronteras del estado norteamericano para convertirse en una tendencia que vuelve cada verano e incluso tiene su propio peinado. La melena californiana es esa moldeada por las olas y “quemada” por el sol que año tras año es de las más demandadas en las peluquerías.

Ibiza

El aire del Mediterráneo inspira un estilo en el que el blanco es el rey. Pocos son los que se hayan librado de haber celebrado alguna vez en su vida una “fiesta ibicenca”. No hace falta decir más para comprender que el “dress code” será el color blanco en cualquiera de sus formas. A nivel de tejidos, esta estética -llamada también “ad-lib” (con libertad)- apuesta por la naturalidad y lo orgánico.

Islas griegas

Pamelas, grandes gafas y blusones infinitos marcan los paseos de las famosas por las islas griegas. Santorini, la preferida de las amantes de la moda, anima a combinar sus blancas fachadas y sus tejados azules con los tonos de la ropa de sus turistas. El calzado, cómodo, por supuesto. Las alpargatas son los zapatos con mayor tradición en la cultura mediterránea, también en estos archipiélagos del mar Egeo.

Marrakech

El refugio del lujo ofrece también ciertas claves de estilo inspiradas en su historia y arquitectura. Es el lugar de los caftanes y estampados geométricos, de los pañuelos en el pelo y de las sandalias de estética árabe. Y todo ello se puede encontrar en los mercados y zocos de la zona. 

El Caribe

Nos trasladamos ahora a destinos tropicales en los que la música, la gastronomía y el clima invitan a vivir el verano de forma relajada y animada. Es el lugar perfecto para camisas floreadas, pantalones cargo y chanclas bien cómodas. Todo lo que suene a tropical combinará a la perfección con sus paisajes

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