La crítica

"Nomadland”

Una monumental frances McDormand domina de principio a fin esta road movie existencial a ratos de una sobrecogedora belleza y melancolía

“Nomadland”, la aclamada cinta de Chloé Zhao es una poética mirada a los devastadores efectos del capitalismo del siglo XXI en la sociedad estadounidense. Y en ella brilla con luz propia Frances McDormand, su personaje es el rostro de una mujer vapuleada por las crisis, por su despido y por la dificultad para volver a su edad a un mercado laboral que ha cambiado y que no le reserva una calurosa bienvenida, un problema en auge también en su país, Estados Unidos.

La protagonista carga un furgón con sus cuatro pertenencias para emprender el vuelo hacia otras latitudes, atravesando las vastas llanuras de Arizona o helándose en el invierno de Nevada, mientras lidia con sus traumas personales y el recuerdo de su difunto marido. De una vida que pudo ser y no fue.

Pero no está sola. A lo largo de este peregrinaje las caravanas y furgones se agolpan en los arcenes, como en comunidades: son el “hogar” de miles de personas que, como ella, lo perdieron todo o que simplemente decidieron vivir al margen del canon establecido. Mientras, ella busca trabajo, limpia retretes o fríe patatas, a pesar de la tentación de sumarse a las cadenas de distribución del coloso Amazon, en las que no encaja, como el rostro de una generación descartada por el denominado “progreso”.

Una pelicula de gran sobriedad narrativa a la que le sobran algunos subrayados musicales y visuales aunque llena de hallazgos desolada y conmovedoramente íntimos.

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