Si trazamos una línea imaginaria que divida en dos Galicia, la del Norte y la del Sur, veremos que el Norte nos gana por goleada en variedades de tomates autóctonos. De las diecisiete variedades locales reconocidas en Galicia por el Centro de Investigacións Agrarias de la Xunta, once se encuentran en la mitad más septentrional. De las seis restantes, en la provincia de Pontevedra solo hay catalogada una variedad, la Mariló de Pontecesures. Otra en la de Ourense, la Olimpia, la más grandes de Galicia, con ejemplares que superan los 400 gramos que se cultiva en el municipio de la capital y muchas veces veremos, seguramente en el rianxo con sus primos, los pimientos autóctonos. Las otras cuatro son originarias de Monforte. Sin embargo, una cosa es el origen y otra las variedades que aquí, en la Galicia Sur, se cultivan, que son muchas más, sobre todo foráneas.
