EN LETRAS DE MOLDE

Películas

Elijan la que quieran, “Regreso al Futuro”, “Cuando Harry conoció a Sally”, “Trainspotting”, ”Los cazafantasmas”, “Pulp Fiction”, “Toy Story”, “Shreck”, “Up”…

Imagínense lo siguiente: un día van al cine (al comercial, el normal, nada de pelis iraníes o versión subtitulada) y, sin que sea ningún festivo especial, todas las pelis están protagonizadas por chicas y solo hay un chico. Y, si hay dos, éstos no se hablan. Y, en caso de hacerlo, hablan sobre una chica.
Sigan imaginando, vuelven a este cine a la semana siguiente y más de lo mismo: un montón de tías y dos tíos como mucho que, si se comunican, es para hablar de una chica. Estiren el tiempo aún más, hagan de esta semana un mes, de este mes un año y de este año el resto de sus vidas, ¿no les parecería una mala broma? Pues eso es lo que llevan viendo las mujeres en el cine comercial desde el principio de los tiempos. 

El test Bechdel (aparecido por primera vez en el comic “Dykes to watch out for”) es el encargado de abrirnos los ojos a una realidad escalofriante: ni un 10% de las películas que vemos (que veo yo, que ven ustedes, que ven sus hijos, que verán sus nietos), pasa este test: en el 90% de las películas comerciales no hay más que una sola mujer; en caso de que haya dos, no hablarán entre ellas; y en el remotísimo caso de que lo hicieran, hablarán de su relación con un hombre. 

Lo que aprendemos desde pequeños (elijan la que quieran, “Regreso al Futuro”, “Cuando Harry conoció a Sally”, “Trainspotting”, ”Los cazafantasmas”, “Pulp Fiction”, “Toy Story”, “Shreck”, “Up”) es que las mujeres no son importantes en la historia; que si aparecen, es de forma lateral, siendo novias, madres… y que en el improbable caso de que hablen entre ellas, será de un hombre. A lo mejor esto no les parece raro o peligroso, pero vuelvan a darle la vuelta, piensen que esto pasara con los hombres y vean la grima y el miedito que da.

Y luego sigan diciendo que aquí, salvo los casos puntuales de violencia de género, no hay machismo. Claro que no, tranquilos, descansen, sigan viendo buen cine. Pero, solo por divertirse, nada más, la próxima vez que vean una película de cualquier género, miren si pasa el test que les cuento. Y, por una vez, imagínense cómo se sentirían si la cosa fuera al revés.

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