O penedo dos tres reis

El penedo está en una planicie sin otro relieve que el que la cercanía le presta.
photo_camera El penedo está en una planicie sin otro relieve que el que la cercanía le presta.
Una marcha por el entorno podría comenzar en Manzalvos

Se lo dicen a uno, se imagina un peñasco gigantesco que emerge de lo alto de una montaña, ¡oh, decepción!, el Penedo está en una planicie sin otro relieve que el que la cercanía le presta.

Yo siempre tenía al tal por un gigante, incluso en mis primeras incursiones, decenas de años ha, me fijaba en otros relieves para tenerlo por tal, hasta que un día por más que se anunciaba nunca llegaba, por escondido tal vez o por falta de marca en el paisaje. Lo cierto es que por pista, a caballo de la frontera, fuimos accediendo y hasta darnos de bruces con él, el famoso penedo que nunca se dejaba ver, como en el paisaje camuflado.

El Penedo o roca dos tres Reis es ésta y no más, pero que enciende leyendas y la más divulgada es cuando se reunían allá para tratar sus asuntos fronterizos los tres reyes: el de Portugal, el de León y el de Galicia. Funciona bien la leyenda de los tres reyes como la de los Tres Bispos en Ancares, o el mito de Santiago, que por eso ahí están. 

Este paraje de indefinida frontera a la que no separa ningún accidente geográfico tiene muchos atractivos para una caminata reposada entre Cádavos o Manzalvos accediendo, mejor desde un otero de las cercanías, donde sí sorprende aquel peñasco en la llanura y otra serie de piedras colocadas como en pasillo o avenida de crómlech. Sobre el peñasco un montañero oteando el horizonte deslumbrante del sol naciente.

Por allí Moimenta, que es la primera población lusa que te encuentras dentro del parque natural de Montesinhos cuya capital es Vinhais, medieval burgo que todavía conserva murallas y castillo, aunque en mucho rebasado su medieval recinto. Un placer adentrarse en aquellos parajes de tan cercanos y familiares donde un referente antes: ir a comer a sus cocinas por los limítrofes de A Mezquita, A Gudiña, Manzalvos o Cávados.

Una marcha por el entorno podría comenzar en Manzalvos, dirección oriente por térrea pista, llegar al Penedo y, dirección sur, acercarse hasta Moimenta, que tiene interesantes molinos en cascada, un medieval puente y el tipismo de sus casas y alguna escudada casona.

En el extremo sur de la sierra de Marabón, esa que empieza en el puerto de A Canda, a derecha y se va achatando en cuanto se extiende hacia el sur, hasta esa planicie del penedo, que a 1.025 m. de altitud se ubica entre las aldeas de Cádavos, gallega; de Castromil, zamorana, y de Moimenta, portuguesa, donde aún la Fonte dos Tres Reis y la llamada Fraga dos Tres Reis, aunque allí mismo de la tal floresta ni restos. En esta raya de tanto contrabandeo y subsiguientes lances de contrabandistas con guardinhas y carabineros se hablaba un particular lenguaje entre gallego, portugués y castellano vinculado a la alta Sanabria, aun cargada de leyendas entre las que la de una moura no podía faltar, precisamente en el lugar de Forca da Moura donde una bella musulmana impedida de amores con un cristiano puso fin a su desventura ahorcándose. Y más leyendas se sumarían a esos tres reinos, bajo cuyo Penedo tres piedras colocadas representan a los reyes y una hilera de ellas, como a modo de frontera entre los dos países.

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