Pertenecía a la escuela de Lennie Tristano, con él estudiaría música, en la Manhattan School of Music; también en la Juilliard School, allí se formaría en el clarinete.
Phil Woods (Springfield, 1931; Pensylvania, 2015) amaba tanto a Charlie Parker que se casó con su viuda, Chan Richardson. Con la que tuvo dos hijos, que, sumados a los tres de su maestro hacían una prole. El matrimonio duró 17 años, hasta que el saxo alto instalado en París donde había dado forma a la Rhythm Machine, se enamora de Jill Goodwin, hermana de su batería.
Pertenecía a la escuela de Lennie Tristano, con él estudiaría música, en la Manhattan School of Music; también en la Juilliard School, allí se formaría en el clarinete. Un día de clase, Tristano se ofrecería a llevarlo a escuchar a Charlie Parker; "siempre quise conocer a Dios”, le respondió. Acabados los estudios Phil animaba la noche de Harlem en clubs de striptease; en una de aquellas se reencontraría con Parker en el Arthur Tavern's quien portaba -nada extraño- un saxo barítono de prestado, Phil se ofreció a compartir el suyo y Parker lo invitó a una jam de improviso; "Suenas Bien, Phil”, era como si el mejor de los sueños de aquel adolescente se hiciera realidad.
La vida de Phil Woods se finiquitó el pasado 29 de septiembre, tras sesenta años de carrera en los que defendió el legado de Parker y la bandera del bebop; hacía justo un mes que había dejado los escenarios. Afectado de un enfisema pulmonar desde hacía bastantes años, su salud estaba muy mermada. En el año 2004 pasaría por Ourense, sus jadeos respiratorios serían aquella noche una constante, aún así sería capaz, maltrecho como andaba, de echarse el concierto sobre los hombros. Niels-Henning Orsted Pedersem, contrabajista danés que le acompañaba en la gira, se había vuelto a perder en la bebida; éste, moriría un mes después.
Tras sus primeros pasos con las formaciones de Dizzy Gillespie, Quincy Jones, con quien giraría en un gran proyecto orquestal por Europa, y Benny Goodman, en 1968 se asentaría en París con su propio proyecto; dejaría por un tiempo el bebop, necesitaba cambiar aires. A partir de 1972, de nuevo en casa, volvería a sus orígenes parkerianos con infinidad de colaboraciones, muchas alejadas del jazz, junto a Paul Simon, Billy Joel, o Steely Dan. Se dejaría llevar por las músicas de raíz, la brasileña y la cubana; no era extraño, antes lo había hecho ya Gillespie.
