Licenciado en Geografía e Historia, se especializó en arte moderno y contemporáneo y se doctoró con una tesis sobre la música clásica en las películas de Pedro Almodóvar. No es esa su única carrera, pues realizó la de música, especializándose en flauta travesera e investigación musical. Roberto Relova (Santiago, 1968) desarrolló la mayor parte de su trayectoria profesional en Vigo, primero como profesor de historia de la música en su Conservatorio Superior de Música, del que luego fue director, el más joven de España, durante un largo y transcendental período. Autor de numerosos estudios sobre música contemporánea, crítico musical y director entre otros del Festival Are More que se desarrolló en Vigo durante una década a principios de este siglo, está al frente de la Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia desde hace tres cursos.
HE VISTO QUE NACIÓ EN SANTIAGO. PERO YO LE HACÍA A USTED DE OURENSE.
Fue una casualidad. Nací en Santiago porque mis padres estaban pasando unos días allí. Pero, de hecho, me empadronaron en Ourense y ahí viví desde que tenía tres días. Bien es cierto que también tengo vínculos con Santiago, porque allí estudié bachillerato y la carrera universitaria. Y empecé a trabajar en Santiago, aunque la mayor parte de mi carrera profesional se ha desarrollado en Vigo, en cuyo conservatorio comencé a trabajar cuando gané la cátedra en enero de 1990.
EN SU ETAPA DE DIRECTOR DEL CONSERVATORIO SE LLEGÓ A PLANTEAR DESDE LA XUNTA SU DESAPARICIÓN COMO CENTRO SUPERIOR. ¿QUÉ RECUERDOS TIENE DE ENTONCES?
Ese fue un asunto que causó una honda preocupación en Vigo y hubo una gran contestación pública. Es verdad, la Xunta quería que en Galicia hubiese un solo conservatorio superior y que estuviese en Santiago, haciendo desaparecer los de Vigo y A Coruña. La reacción ciudadana y social fue total e hicieron comprender a la administración que no era lógico que si había tres universidades en Galicia se cerrasen los estudios superiores de música en Vigo y A Coruña y, finalmente se invirtieron las tornas y quedaron como superiores los conservatorios de Vigo y A Coruña. Yo fui director durante catorce años, desde mediados de la década de 1990 y tengo muy buenos recuerdos de aquel tiempo, no solo por ese logro, importante, sino también por otros como, por ejemplo, la creación del auditorio Martín Códax, en el propio conservatorio, con una programación estable, o el hecho de ser los pioneros en Galicia en tener erasmus. En aquella transformación del conservatorio de Vigo contamos con apoyos determinantes como la de la entonces concejala de Educación y Cultura, Maite Fernández. Pero hubo más gente que trabajó por esa institución. En este sentido me gustaría recordar a Josefa Estarque, que también fue directora del conservatorio y logró, entre otras muchas cosas que se crease la cátedra de gaita.
ADEMÁS DE ESA PROGRAMACIÓN ESTABLE EN EL AUDITORIO MARTÍN CÓDAX, USTED DIRIGIÓ EL ARE MORE, ¿QUÉ SUPUSO PARA VIGO AQUEL FESTIVAL?
Fue uno de los mejores festivales de España y no lo digo porque lo haya dirigido yo. Pero durante diez años permitió ver en Vigo a grandes figuras de la música, orquestas, cantantes, tuvo mucha relevancia en el contexto nacional. Se celebraba en el Fraga, que era un teatro con una magnífica acústica. Aparte del recuerdo entrañable que tiene para los vigueses de su etapa como teatro y sobre todo como cine. Supongo que como para los ourensanos, que vivimos la época de los cines Xesteira y Losada.
RUEDA PROMETIÓ EN CAMPAÑA REVITALIZAR EL FRAGA. ¿QUÉ LE PARECE LA IDEA?
Yo creo que cuando se va a crear un nuevo contenedor cultural, como sería el caso de la recuperación del cine Fraga, lo primero que hay que saber es qué público y qué contenidos va a tener. Y los contenidos hoy pasan por la atención a la juventud y que los jóvenes puedan crear sus obras de teatro, música, poesía… No es cuestión de gastar muchos millones de euros, sino de gestionar. A Vigo le viene muy bien el Fraga, pero con un modelo de cultura dinámica, juvenil y del siglo XXI.
DIRIGIÓ EL CONSERVATORIO, AHORA LA ESCUELA DE ARTE DRAMÁTICO, DOS AUTÉNTICOS VIVEROS QUE PODRÍAN NUTRIR LA PROGRAMACIÓN DEL NUEVO FRAGA, ¿NO LE PARECE?
El talento creativo de Galicia está ahí. Casos como Carlos Núñez, tenemos el último premio nacional de composición, Eduardo Soutullo, que es de Vigo. El audiovisual, la música y el teatro están muy vinculados a los centros formativos y son la cantera que nutre, por ejemplo, en el caso de las orquestas, del Conservatorio, o en las artes escénicas la ESAD.
¿QUÉ SE ESTUDIA EN LA ESAD? SIEMPRE SE ASOCIA ARTE DRAMÁTICO A ACTOR O ACTRIZ.
Y de hecho es la especialidad que más demanda tiene, en cuanto a alumnos. Todo el mundo quiere estudiar para ser actor o actriz, pero tenemos dos maravillas de especialidades más que son Dirección y dramaturgia y Escenografía, que en cambio no atraen tanto a los alumnos como se puede ver por el número de vacantes que se producen cada año en esas especialidades. Bien es cierto que Dirección y dramaturgia va in crescendo en número de alumnos, pero a Escenografía le cuesta más.
ES CURIOSO PORQUE SE LLENA LA ESPECIALIDAD EN LA QUE MÁS DIFÍCIL RESULTA CONSEGUIR UN TRABAJO ESTABLE.
Escenografía, en mi opinión es la que tiene más salida, porque se necesitan escenógrafos en los teatros, en los auditorios, en el cine… pero también en los montajes escénicos de los grandes diseñadores de moda, arquitectura efímera. Estamos hablando de una profesión con un futuro que abarca muchísimos campos y por tanto tiene una alta empleabilidad, porque de ella se derivan otras como los iluminadores.
ASÍ COMO EL CONSERVATORIO ES CANTERA PARA ORQUESTAS Y DEMÁS AGRUPACIONES MUSICALES ¿SUCEDE LO MISMO CON LA ESCUELA DE ARTE DRAMÁTICO, Y EL AUDIOVISUAL?
Claro. No podemos asociar exclusivamente arte dramático con el teatro. El sector audiovisual gallego, cada vez más potente en la producción de películas, series de televisión, cortos, etcétera, tiene su cantera en nuestra escuela y sus especialidades. Al margen de que hacemos colaboraciones muy buenas con la escuela de audiovisuales de Bouzas.
POR CIERTO, ¿DE DONDE LE VINO SU PASIÓN POR LA MÚSICA?
Mi amor por la música nació en Ourense, yendo con mi padre todos los domingos a ver el concierto de la banda de música a la Plaza Mayor, o en la Alameda. Mi padre era un fan de la banda y siendo muy pequeño soñaba con ser algún día músico de aquella banda.
¿SE CUMPLIÓ?
Se cumplió, sí. Cuando estaba en el conservatorio me llamaron para que tocase con ellos porque había muy pocos músicos de mi especialidad, que era la flauta travesera. Y fui el niño más feliz del mundo.
