La sierra de San Mamede cuando nieva

Cuando esta sierra del Macizo Central, que lo forma con las de Queixa, Samión, Invernadero, Fial das Corzas, tenía nieve, y desde hace años alguna nevada, pero de tan fugaz que ni de permanencia semanal. Me parece que ésa fue la última gran nevada cuando bicis de montaña competían; en las zonas de profunda nieve, de apeo y manillar, y los quads(cuadriciclos) erre que erre erosionando la nieve con algunos diestros pilotos alcanzando a duras penas la cima donde la remozada capilla del santo les aguardaba como meta. Esto fue hace un lustro cuando de marcha por aquellos altos nos atopamos con una a modo de competición ruidosa e inesperada. Ahora creo que prohibidas esas inmisiones en las montañas, sobre todo las de vehículos a motor, llámense quads, todoterreno o motos, que antes estampa habitual. Me parece que ésta fue la última gran nevada en el San Mamede que desde que uno recuerde siempre con ellas de permanencia de meses cuando se iba a esquiar, subidos al ómnibus de la empresa Mangana hasta el santuario de Os Milagres y desde aquí a pie, pesados esquíes de madera de haya al hombro, caminar 15 km. para ascender hasta los 1.616 de la cumbre, echar unas esquiadas en la ladera oriental y la norte donde los siete picos; antes de que la tarde cayese reemprendíamos la marcha, alcanzábamos Os Milagres y atados los esquíes a la barra de la bici, regresábamos a la ciudad. Después vendría Manzaneda y en el 71 la estación de Montaña; en el ámbito provincial, ya en la inmediata postguerra desde O Barco los Gurriarán, sobre todo el pater familias, el Dr. Gonzalo, ya llevaban años subiendo a Fonte da Coba en las Trevincas o haciendo travesías hasta el lago de Sanabria, como consta de la revista Trevinca, uno de cuyos ejemplares conservo donado por Julio Gurrierán, ese templado compañero laboral. Los Villalva, una familia deportista ad integrum, como gran impulsora, juntamente con Gurrieranes ourensanos, Regos y sobre todo Manuel Bello, fueron los que colonizaron aquellas cumbres para el esquí. San Mamede fue y aun sigue siendo un referente montaraz hoy más para excursionistas que para esquiadores, ya en marchas desde O Coudillo en As Corcerizas, ya desde Rebordechao, ya desde Montederramo, Fontedoso o Gabín, ya desde las casas da Ferrería, habitadas en su día por dos particulares hermanos en régimen eremítico, con su ganado y el formidable bosque de Teixedo casi sumergiéndolo, con a Edredira en el camino del que parten pistas. Allí beben en sus fuentes el rio Navea, que desde sus nacientes va recibiendo sucesivos nombres: Edreira, Queixa, Chandrexa; también el rio Mao y sobre todo el Arnoia que nace en o col das Canadas haciéndose rio a partir de Rebordechao, y más en las Casas da Ermida, y también el Támega bajo a Alberguería y estación de Prado por donde comienza la llamada Pista del Marroquí. San Mamede tiene su réplica en otra del norte lusitano cual la de Sâo Mamede en cuyas inmediaciones se trabó en el siglo XII una batalla que consolidó la independencia de Portugal frente a la poderosa corona de León, en un enfrentamiento entre los primos Afonso Henriques y Alfonso VII, el hijo de la reina Urraca, llamado el emperador, que quería impedir la secesión del antes condado portucalense de la corona de León.San Mamede hoy tiene muchos alicientes, incluso para los iniciados en la escalada en esos roquedales cónicos de Penedo dos Afeitados, Penedo das Mozas… Innúmeras rutas por su faldas y cimas como la de O Teixedo, O Bidueiral, A Teixeira, nacientes del Arnoia. Silla de la Reina, Edreira, Ferrerías…