ENTREVISTA

Tatán R. Cunha: 35 años entre títeres

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photo_camera Tatán (izquierda)

Acaba de cumpir 35 años como titiritero y lleva otros tantos como actor de teatro, cine y televisión. Tatán, es sobre todo, el padre de Tanxarina Teatro

Lo hemos visto como secundario en películas como La lengua de las mariposas o en El lápiz del Carpinteiro, o en series como Celavella y Platos Combinados, o numerosas producciones teatrales gallegas. Pero sobre todo, Eduardo Rodríguez Cunha, Tatán, (Redondela, 1954) es el fundador de una de las más sólidas compañías de títeres de Galicia: Tanxarina, que acaba de cumplir 35 años.

1. ¿Qué fue primero, el actor o el titiritero?

Mi primera experiencia, como aficionado, fue a principios de los años setenta. “O Demo Rapatú”, que era una historia muy divertida, con Miguel Borines. En ella, la acción se desarrollaba en una barraca y actuábamos como títeres. Luego llegamos a producir esa misma historia ya con los títeres, como Tanxarina. En 1975 me fui a estudiar Derecho a Santiago y allí, entre 1975 y 1977 volví a hacer teatro con Suso de Toro en el movimiento comunista. Teníamos una célula cultural y representábamos pequeñas piezas, acciones culturales, reivindicativas. Recuerdo, por ejemplo, una representación que hacíamos de la revuelta de los Irmandiños en la que ganaban los Irmandiños y le clavaban la bandera al guardia del Rey. En ese momento me di cuenta que me gustaba el teatro. Hacíamos representaciones por todas partes, íbamos a Padrón a la feria, a las fiestas de Ourense… nos movíamos en un seiscientos.

2. ¿Cómo fue el salto al terreno profesional?

Yo no tenía medios, ni tampoco aquí había una escuela, como existe ahora la ESAD. Empecé a trabajar en una empresa de construcción en Vigo, fui al servicio militar y cuando volví, con el año y medio de paro que tuve porque la empresa en la que trabajaba cerró porque el dueño se escapó, me fui a Barcelona a estudiar. Entonces no sabía si iba a hacer teatro o títeres. Pero cuando llegué al Instituto del Teatro de Barcelona y subí las escaleras hasta la tercera planta donde estaba el taller de Harry Tozer y vi aquellas marionetas antiguas de los años treinta y cuarenta. Él ya era muy mayor y decidí quedarme allí y aprender. Estuve dos años construyendo marionetas con Tozer. Y en 1983 regresé con la idea de montar una compañía.

3. ¿Y así nació Tanxarina?

Sí. La monté con una compañera catalana que se llama Esther Cabacés, Marga Maderal, Elías González Araújo… inmediatamente ya se incorporó Miguel Borines, que conmigo somos los más antiguos en Tanxarina, pero a lo largo del tiempo hemos tenido otras participaciones como Xoan Rafael Vilas, Pablo Giráldez Pastor, que después colaboró y sigue colaborando mucho con nosotros en la construcción de muñecos y finalmente entraría su hermano Andrés, que comenzó siendo espectador, porque era un niño cuando nosotros empezamos a actuar y ahora está completamente integrado, de modo que hoy día somos Miguel, Andrés y yo.

4. ¿Recuerdas cuál fue vuestro primer espectáculo?

Fue “Un, dous catro…24, Mariquiña ten un gato” que eran una serie de gags que hacíamos en un teatro clásico de ventana. Nuestra idea entonces, era volar, volar lejos. Y de hecho con ese espectáculo ya fuimos al primer festival internacional de títeres de Barcelona y notamos que estábamos en un ambiente muy propicio para salir.

5. Y en estos 35 años, ¿cuántos espectáculos habéis puesto en escena?

Dieciséis. De media, en estos 35 años estrenamos uno nuevo cada dos o tres años. Y además de ser el estreno, continuamos con otros anteriores. Ahora tenemos seis espectáculos en cartel.

6. ¿Qué tipo de formatos manejáis en vuestra puesta en escena?

Muchos formatos. Marionetas de hilo, títeres y actores, muñecos y actores… incluso hicimos en 1989 un espectáculo de calle, “Coca, a volta da besta”, con el que no solo nos movimos por toda España, también fuimos a Lisboa y luego a Italia. Era un espectáculo tuvo tal éxito que nos comparaban con Comediants. Más modestos, naturalmente, pero lo cierto es que en aquel espectáculo participaban 16 personas y eso resultaba muy complicado de hacer. Ahora resultaría imposible. De aquella había una gran voluntad y mucha ilusión. Después formamos con Teatro do Morcego y Teatro de Ningures, Produccións Teatrais do Sur, con la que llevamos a cabo varios proyectos que se materializaron. Fue una experiencia muy interesante, en una época que se decía que era bueno que las compaías se fusionasen. Pero nosotros volvimos a nuestro esquema tradicional y a trabajar como Tanxarina.

7. ¿Y tu actividad como actor?

Siempre ha ido en paralelo. No solo en mi caso, también en el resto de los miembros de Tanxarina, hemos tenido otras actividades. De entrada, en la propia Tanxarina siempre hay actores y títeres. En muchos espectáculos mezclamos muñecos y humanos. En el cine participé en diez películas, la última, el año pasado, en “Trote”. Siempre como actor secundario. Tuve la oportunidad de trabajar con Norma Aleandro en Argentina en la película, “Cama adentro”. También trabajé como actor con Teatro do Morcego, Centro Dramático Galego... y en televisión.

8. ¿Y a la inversa, colaboraciones externas en vuestra compañía?

Es algo que practicamos, porque consideramos que es necesario enriquecer nuestro trabajo con el trabajo de otros. No solo en aspectos como la música, o el vestuario. Nos gusta que otros nos dirigan y, en ese sentido hemos tenido importantes colaboraciones como la de Cándido Pazó, la más reciente, fue nuestra última producción, “A Galiña Azul”, en la que la música es de Paco Martínez Barreiro y el Vestuario de Carlos Alonso.

9. En vuestro repertorio no hay clásicos infantiles ¿Por qué?

Nos interesa contar otro tipo de historias, más vinculadas con lo que nos rodea. Hablamos de los desahucios, de la solidaridad, de la realidad y queremos construir historias que ayuden a comprenderlas e incluso a crear un espíritu crítico sobre esos temas. Ellos lo reconocen y lo asumen. Pienso, por ejemplo en “A Casa do Avó, que aborda el drama de los desahucios.

10. ¿Y tu faceta musical, Tatán Chapeu?

A mí siempre me gustó mucho la música, formamos en los ochenta un grupo que se llamaba “Igualdeixa”. Y en los viajes con Tanxarina, fui escribir canciones, muy relacionadas con el mundo del teatro. Y en 1996 me junté con Pablo Vidal que fue bajista de “Os resentidos” y con la ayuda de Uxía que me fue aconsejando y ayudando grabé un disco. Y a partir de ahí empecé a organizar conciertos, con Alberto Vilas al piano, Noli Torres a la batería, Pablo Vidal al contrabajo, luego tengo coros. en fin, que hacemos conciertos que están teniendo muy buena acogida en toda Galicia.

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