Tierra de longevos gigantes arbóreos dichos castaños

Las tierras de Viana, la de O Bolo, regadas por el Bibei y ese tributario a las puertas de la villa que es el Camba, cuyas aguas embalsan la más grande de las presas provinciales, la de As Porta; como entre estos dos ríos, los romanos explotaron el oro a cielo abierto en yacimientos secundarios en las llamadas Borreas de Caldesiños, que captaba agua del Bibei por un canal de casi 40 km. aguas arriba para embalsarla en una presa, que abierta, provocaba la ruina montium, que era el método de explotación que se empleaba. En estas tierras encontramos los más formidables ejemplares de castaños cuyas inmensas caracochas o troncos precisan de una decena o más de voluntarios para abarcar docenas y docenas de troncos, donde se puede encontrar el castiñeiro más grande en Seoane da Cima, ejemplar que hará palidecer a los más afamados de los que el nombre no cito para no herir susceptibilidades. Por el entorno de O Castro, Pixeiros, Solbeira, Seoane da Cima e de Abaixo, Caldesiños y Pradocabalos se puede caminar en rutas interminables por estos mágicos soutos y darnos de bruces con esos colosos del mundo vegetal que para la economía rural tanto supusieron cuando nuestros antepasados ponían las castañas en chamizos o sequeiros para convertirlas en pilongas o hacían de ellas las harinas para panes o se acompañaba sus asados con castañas o simplemente éstas, cocidas, asadas o crudas. El castaño que no plantaron los romanos como vulgarmente se cree; puede que impulsaran su cultivo; pero lo que parece cierto es que fueron asentándose por colonización de sus semillas, por la facilidad de abrirse la castaña y mostrar el cotiledón que a modo de raíz va penetrando en la tierra. Así germinaron los grandes soutos del Castro, San Xoán do Rio, Trives, Riós, y de las riberas del Sil, y otros de muchos ejemplares sueltos por todos los confines de la provincia. La cuestión si el castaño fue plantado o por colonización se fue expandiendo, me parece que todavía no se ha resuelto para estos gigantes que pueden alcanzar 15, 20 y hasta 30 metros de altura, y que llegarían a poblar las regiones árticas desde que se separó del roble y el haya para formar hace 40 millones de años, una propia familia, de tan longeva que después del pino cristado de las Montañas Rocosas, que puede vivir 4.500 años, o la sequoia 3.200, el castaño puede alcanzar los 3.000 años. El castaño, la castanea sativa es un monocultivo arbóreo en el que desde hace unos años se han replantado hectáreas en soutos muy cuidados que son arados cada temporada para propiciar el crecimiento de esas grandes hileras de ellos, sabida la rentabilidad de un producto demandado por empresas dedicadas a la alimentación, instaladas en el Polígono de San Cibrao. Si las extensiones de ellas por el oriente provincial: Trives, Riós, Rio, O Bolo, Viana…son de cierta envergadura, las existentes en el nordeste luso, por el parque natural de Montesinhos, son kilométricas, sobre todo las que a ambas márgenes de la carretera que por Hermisende (Zamora) penetra en Portugal, en ruta hacia Vinhais. Todo un disfrute transitar por esos densos bosques.