Historia

Vikingos de América

No hay duda: los vikingos llegaron a las costas de lo que hoy es Canadá en torno al año mil, mantuvieron contactos con poblaciones indígenas e incluso fundaron una colonia en Terranova.

 

La tradición oral escandinava expresada en las sagas (la palabra “sag” tiene la misma raíz que la inglesa “talk”, y significa “hablar”) cuentan cómo el intrépido Erik el Rojo había llegado hasta una gran isla que llamó Groenlandia, es decir la Tierra Verde, lo que llama la atención teniendo en cuenta que se trata de un país helado. Parece que en el siglo X el clima era menos severo y había grandes pastos, aunque quizá tenía algo de trampa y el nombre sólo era un reclamo. De una u otra forma, los vikingos (literalmente Reyes del Mar, como en inglés “seakings”) se asentaron de forma estable en Groenlandia y prosperaron durante al menos un siglo.

Un hijo de Erik, Leif Erikson, decidió ir todavía más al Oeste y con un grupo de aventureros recorrió una costa que llamó Markland hasta que finalmente dio con una zona próspera, que bautizó como Vinland, la Tierra del Vino, por la supuesta abundancia de uvas. Allí, en una zona  que más tarde se llamaría Terranova (New Foundland, en inglés) estaría el primer asentamiento europeo en el nuevo continente, pero no duraría mucho. Erik siguió explorando la zona y comerciando al parecer con los indios, pero las relaciones por algún motivo no fueron buenas y las tensiones aumentaron.

Menos de tres años después, la colonia de Terranova formada por unas 60 personas tuvo que ser levantada –al parecer hubo peleas con los nativos por las mujeres- y los vikingos aparentemente no volvieron a navegar más allá de Groenlandia, pero su presencia habría dejado huella. Por un lado, por su asentamiento, hoy localizado en un lugar conocido como L’Anse Aux Meadows, donde se han encontrado toda clase de objetos y restos de casas de inequívoca factura normanda.

Además, las tradiciones orales de los indios del entorno hablaron durante años de unos hombres rubios que habían llegado en sus barcos. Más llamativo, y reciente, es un estudio genético en la población de Islandia, la primera colonia vikinga, donde se ha descubierto que hay parte de su actual población tiene antecedentes de los indios americanos, lo que confirma que los hombres de Erik se llevaron a su tierra al menos a una mujer, cuya descendencia está ahora localizada por una modificación genética propia de los indígenas de Norteamérica y desconocida en Europa. 


Los vikingos llegaron a América mucho antes que los españoles, pero o no fueron conscientes de la importancia de su descubrimiento o el fracaso de la expedición les llevó a olvidarse del asunto y no volver a navegar más allá del Oeste de Groenlandia. Una tierra que también abandonarían algo después, cuando al parecer las temperaturas comenzaron a descender y se hizo imposible mantener una colonia viable, lo que supuso el adiós definitivo a la aventura americana que pudo haber sido muy distinta. También los chinos navegaron lejos, en su caso hacia el Este, y hay relatos y mapas sobre el hallazgo de tierras más allá de los mares conocidos. Pero como en el caso vikingo, no sólo no sacaron partido a su descubrimiento sino que probablemente lo quisieron ocultar a propósito, olvidándose con el paso de los años. 

Te puede interesar