ENOLOGÍA

El vino IGP Riberas del Morrazo ya está en capilla

bodegas_del_morrazo_result
photo_camera En las bodegas del Morrazo.

Llevaban años reivindicando su derecho a poner en las botellas las variedades con las que están elaborados sus vinos.

Ocho municipios: Cangas, Bueu, Moaña, Marín y Vilaboa, de la península de O Morrazo a los que hay que añadir Redondela, Pontevedra y Poio. Ese es el territorio de una de las IGP más reivindicadas de los últimos treinta años. Ribeiras do Morrazo. Setecientas hectáreas de viñedo que tendrían que haber sido incluidas en la Denominación de Origen Rías Baixas, el mismo día en que incorporaron los viñedos del Concello de Soutomaior, y desde luego con más lógica que la subzona del Ulla que se incorporó posteriormente. 
De momento hay tres bodegas que venden sus vinos e incluso que ganan premios en concursos nacionales. Alguna de ellas, ya es reincidente.

Las bodegas se llaman Reboraina, en Redondela, cuya enóloga es Cristina Mantilla, una profesional que tiene a su cargo reputados vinos como los del Pazo de Fefiñanes, Valdesil o Adega Valmiñor; Os Areeiros, de Vilaboa, que elabora exclusivamente Albariño, al igual que Reboraina, y Viña Ardán, de Marín, que tiene en su catálogo un blanco y dos tintos. En el caso de Viña Ardán y Os Areeiros, qtienen el mismo enólogo, Pablo Estévez, uno de los más reconocidos en el Ribeiro por su riguroso trabajo y el éxito que están teniendo algunas de las bodegas que tutela.

Las variedades autóctonas con las que se elaboran los vinos de O Morrazo son, en el caso de los blancos, Albariño Caiño blanco, Godello, Loureira, Treixadura, Albarín Blanco y Torrontés. En las tintas, Brancellao, Pedral, Espadeiro, Loureira Tinta, Mencía, Sousón y, por supuesto, Caíño Tinto que en Bueu se conoce como Tinta Femia y es objeto de una fiesta de exaltación en Cela, la parroquia más vinícola de Bueu.

Hasta ahora la legislación, un tanto estrambótica en este sentido, no les permite poner en las botellas de sus vinos las variedades que emplean. El argumento es que al estar fuera del control de un órgano regulador, como puede ser una denominación de origen o una indicación geográfica protegida no se puede certificar que lo que dicen en la etiqueta sea cierto. Es una presunción de fraude incomprensible y que no se aplica al resto de los productos alimentarios que están fuera de controles de denominación de origen: Por ejemplo, el zumo de naranja, la cerveza o la Coca Cola. Pero ese obstáculo está a punto de terminar.

"Estamos ya a punto de conseguirlo", dice GuillermoMartínez, el propietario de Os Areeiros y que ha sido quien más ha peleado para que su vino, unexcelente Albariño pueda poner, por fin, de qué variedad está hecho y competir en igualdad de condiciones con el resto de las bodegas.

Te puede interesar