Beatriz Viteri, una vida amarrada a una pértiga

Desde los diez años lleva Beatriz Viteri amarrada a una pértiga, “desde que de niña vi a una compañera con ella y me encantó. Me dije, ‘eso lo quiero hacer yo’. Y no paré hasta conseguirlo, con doce, trece años ya competía, ahora llevo más de veinte saltando. Quizá el título que recuerdo con más cariño fue en el que marqué mi mejor marca de siempre, en Pontevedra”. Recientemente, en junio, proclamada campeona gallega absoluta por decimoctava vez, en Santiago, sexta con Galicia en el campeonato de España de selecciones, en Pamplona, atleta con más participaciones con el seleccionado autonómico, campeona nacional tanto en pista cubierta como al aire libre, a sus treinta y cinco años remarca que “el atletismo me ha aportado sobre todo poder vivir nuevas experiencias, tanto a nivel deportivo como personal. Me ha permitido viajar, hacer amistades, me ha dado también madurez. Pero por encima de todo me ha dado felicidad”, detalla Viteri. El deportista es el que gana, el que se cuelga la medalla, pero siempre hay un gran apoyo detrás. “Mi familia ha sido determinante, han sido muchos años en los que yo viajaba en avión a cualquier competición y mis padres se recorrían media España en coche con la pértiga a cuestas. Detrás de cada triunfo hay mucho entrenamiento, mucho sacrificio, el esfuerzo de mucha gente. Una sola no puede, el apoyo que he tenido en casa no lo puedo olvidar, sobre todo en los malos momentos, el deporte te da más malos momentos que buenos, otra cosa es que los buenos lo compensen todo”. El atletismo le ha dado muchas cosas, ¿pero le ha quitado algo? “Nada, no me ha quitado nada. no concibo mi vida sin él, sin la felicidad que me ha dado. Es parte de mi vida, una parte muy importante”, responde Viteri, cuya mejor marca personal se va a los 3,81 metros. “No estoy de acuerdo con los que dicen que la natación es el deporte más completo, el salto con pértiga es una de las disciplinas más difíciles, necesitas físico pero también mentalidad. Necesitas fuerza pero también rapidez y agilidad, una buena técnica”, recalca la ourensana, que también practicó “badminton y fútbol, soy de las que sigue cualquier deporte”. El pelotazo que ha experimentado en cuestión de muy poco tiempo el fútbol femenino ¿le produce una cierta envidia? “No, todo lo contrario, me alegro un montón. Yo jugué al fútbol, lo dejé obligada. En el atletismo, chicos y chicas estamos equiparados desde hace mucho tiempo, no hay distinción alguna entre masculino y femenino, es una de las cosas que más me gustan”, remacha Viteri, que en septiembre tomará parte en los Europeos para veteranos de Pescara, en Italia.