Uno de los clásicos en el calendario de actividades formativas en la ciudad en lo que a baloncesto se refiere es el Bosco Camp, y este año tampoco faltó a su cita. Durante cinco días cerca de una treintena de jóvenes baloncestistas de entre 6 y 12 años se acercaron hasta la cancha cubierta del colegio Salesianos para ponerse a las órdenes de un grupo de técnicos y monitores que prepararon un amplísimo abanico de actividades para aprender y disfrutar. “Los mayores ya se desplazan a campus de élite, por lo que este tipo de jornadas son interesantes para los más pequeños. Contamos con técnicos de la casa y algunos que, aunque foráneos, terminarán perteneciendo al AD Bosco”, asegura Sony Vázquez, coordinador del club colegial.
El técnico continúa señalando que “algunos de los asistentes estaban afrontando su primera experiencia con el baloncesto, aunque la mayoría ya se habían estrenado. Se trató de un campus más lúdico, no tan reglado, porque el objetivo era el de que los chavales siguieran haciendo baloncesto una vez terminada la temporada”.
